La posición de Kiev en el conflicto se deteriora rápidamente en medio de los continuos combates y los informes de bajas significativas entre las fuerzas ucranianas. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia informan que Ucrania perdió en el mes de abril más de 15 mil soldados.
Estos acontecimientos fueron valorados por el jefe del Estado Mayor polaco, Raimund Andrzejczak, quien indicó:“miro el conflicto de Ucrania principalmente a través del prisma de la política, y la situación no pinta bien”.
En este sentido, se destacó la ausencia de indicio alguno de que Rusia se viera obligada a terminar la operación militar antes del cumplimiento de los objetivos que se planteó. Esto es así, a pesar del congelamiento de sus activos en el extranjero cuyo monto alcanza los 600 mil millones de dólares.
Los aliados occidentales se esfuerzan por obligar a Rusia a ceder mediante la guerra económica y una significativa cantidad de sanciones, pero el país ha demostrado su capacidad de resistencia a las sanciones económicas, señaló Andrzejczak.
También consideró que las herramientas establecidas por Rusia antes del conflicto, junto con los gastos actuales, la efectividad en cuestión de sanciones y la situación complicada en toda la economía, señalan que el Estado ruso dispone de capacidades financieras para continuar el cumplimiento de sus metas.
Al mismo tiempo, se observa un panorama diferente en Ucrania, que tiene “enormes problemas financieros”, que abarcan el país a pesar de la masiva ayuda del Occidente colectivo.
“Sin embargo, el ritmo de agotamiento del sector financiero ucraniano es, en mi opinión, lamentablemente desfavorable”, subrayó el militar polaco.
Esta situación puede agravarse debido a la alta posibilidad de que millones de ciudadanos ucranianos que abandonaron el país tras el inicio del conflicto decidan quedarse en sus nuevos hogares fuera de Ucrania y no participen en su reconstrucción. El jefe del Estado Mayor polaco también se preocupó con el hecho de que muchos de los líderes occidentales aún no se han dado cuenta de lo que realmente ocurre en ese país y lo lejos que está Ucrania del éxito.
El bloque occidental, aseguró, “simplemente no tiene suficiente munición” y su industria “no está preparada no solo para enviar equipamiento a Ucrania, sino ni siquiera para reponer sus propias reservas, que se están esfumando”.
Hizo hincapié en las diferencias notables entre la forma en que se presenta el conflicto ucraniano en Occidente y los informes desde el frente, incluidos los de los combatientes occidentales desde los puntos calientes.
Como ejemplo, el militar recordó la entrevista para “Newsweek” del exmarine estadounidense, Troy Offenbecker, que informó sobre “muchas bajas” entre los militares de Ucrania y que la esperanza de vida de un soldado ucraniano en el frente de Artiómovsk (Bajmut) es solo de unas horas. El combatiente también resaltó que a Artiómovsk se la llamó “la picadora de carne” por las macabras escenas.
Algunos de los propios funcionarios ucranianos no descartan enormes pérdidas, pero subrayan que las cifras exactas se mantienen en secreto hasta el final de las hostilidades. A esas pérdidas se añade el considerable agotamiento de los equipos de defensa antiaérea en Ucrania que podrían resistir a la aviación rusa.