El domingo, el candidato del oficialista Partido Colorado, Santiago Peña, ganó los comicios con el 43 % de los votos. En segundo lugar quedó Efraín Alegre (Concertación Nacional), con el 27 %; y en tercero, Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional), con el 23 %.
De las 45 bancas que estaban en disputa en el Senado, el Partido Colorado obtuvo 23; de la Cámara de Diputados, se quedó con 48 de 80 curules y de las 17 gobernaciones en disputa ganó en 15.
Aunque Efraín Alegre reconoció en un primer momento el triunfo del Partido Colorado,se sumo también a las protestas y denuncias por fraude electoral, encabezado por Paraguayo Cubas del Partido Cruzada Nacional que quedó en tercer lugar.
De esta forma, la transición presidencial en Paraguay comenzó en medio de protestas que ya dejaron un saldo de 59 personas detenidas y de denuncias de irregularidades por parte de los dos principales líderes opositores, mismas que ya fueron descartadas por las autoridades electorales.
A pesar de que la diferencia de votos es contundente, Cubas exigió recuento de boletas y convocó a sus simpatizantes a manifestarse frente al Tribunal Electoral, lo que derivó en una serie de disturbios.
Efraín Alegre, por su parte, exigió la realización de un cómputo manual en por lo menos un 10 % de las mesas elegidas aleatoriamente y que se contrate una auditoría internacional independiente. “Nos mantenemos atentos y movilizados”, advirtió.
Sin embargo, las protestas ya fueron controladas, la mayoría de los gobiernos extranjeros felicitaron a Peña y tanto el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) como la misión de observadores internacionales ratificaron la validez de los resultados. Todo ello debilita las denuncias de la oposición.
El vicepresidente del TSJE, César Rossel, calificó las acusaciones como “un disparate” y conminó a que, quienes tienen dudas de la transparencia de las elecciones, presenten las pruebas respectivas.
“No hay ninguna posibilidad de fraude, los resultados de las elecciones son las expresiones de la ciudadanía, nos guste o no”, manifestó Carlos María Ljubetic, asesor legal del máximo órgano electoral, durante una conferencia de prensa ofrecida este martes.
El presidente del Tribunal, Jorge Bogarín, advirtió que defenderán la voluntad popular porque fue un proceso transparente y supervisado por los representantes de todos los partidos.
“No hemos detectado fraude alguno. Nosotros pedimos calma. Decir simplemente que existe fraude de forma genérica, instando a la violencia, no conduce a nada positivo”, dijo al hacer un llamado a los dirigentes para respetar y defender las instituciones.
Santiago Peña, economista de 44 años, asumirá el poder en Paraguay el próximo 15 de agosto, cuando el actual mandatario, Mario Abdo Benítez, le entregue la banda presidencial.