Por Salvador Castañeda Luna
El 22 de marzo de 2023 se celebró el “Día mundial del agua” y en esta ocasión la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convocó a una Conferencia sobre el Agua, la cual se llevó acabo del 22 al 24 de marzo en Nueva York en la que participaron 6,500 representantes de gobiernos, empresas y diferentes organizaciones sociales cuyo objetivo fue hacer un llamado a todo el planeta para acelerar el paso con el fin de alcanzar los objetivos y las metas relativos al agua, acordados internacionalmente, incluidos los establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Se trata del evento relacionado con el agua más importante en una generación, el primero de su tipo en casi 50 años.
El agua es fundamental para todos. Es esencial para la salud y el bienestar humanos, la producción de alimentos, la energía, ecosistemas saludables, la adaptación al clima y la reducción de la pobreza, entre otras cosas. El agua es un elemento central del desarrollo sostenible. A pesar de los llamados de la sociedad civil y de las instituciones científicas, en los últimos decenios se han incrementado las extracciones de agua dulce, extracción excesiva de aguas subterráneas, gestión deficiente, uso inapropiado, y contaminación de los ecosistemas de agua dulce, el estrés hídrico se ha intensificado y los ecosistemas relacionados con el agua se han degradado. Esto ha producido repercusiones negativas en la salud humana, las actividades económicas y los suministros alimentarios y de energía.
Según El País (29 de marzo de 2023), en el mundo “unos 3,000 millones de personas padecen escasez hídrica debido a la crisis climática y la sobreexplotación y cerca de un millón de personas mueren anualmente por enfermedades relacionadas con el consumo de agua en malas condiciones, por ausencia de saneamiento e higiene adecuados”
En dicha Conferencia se reconoció que hay retraso en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6(ODS 6) de la Agenda 20-30, relacionado con garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento de todas las personas. La Conferencia Mundial del Agua no es una garantía para revertir o detener la escasez del agua, aunque se habló de “retos comunes y compromisos para hacer frente a la crisis hídrica”, los éxitos de dicha conferencia son inciertos porque los compromisos de recursos y acciones acordados en la Plenaria final que alcanzan un monto de 300,000 millones de dólares resultan insuficientes y son compromisos voluntarios y no existe ningún mecanismo que asegure su cumplimiento. No es la primera vez que las grandes potencias capitalistas eluden su compromiso en temas ambientales, porque prevalece el interés del capital sobre la vida humana.
Algunos ejemplos del impacto que tiene la falta de agua en algunas partes del mundo donde normalmente se contaba con ese recurso. Brasil que cuenta con el 12% a nivel global de los recursos de agua dulce proveniente del Amazonas, enfrenta problemas en zonas del noroeste que son motores de su economía; Estados Unidos en los 17 Estados del Oeste están padeciendo un estrés hídrico que no se presentaba varios cientos de años; el Suroeste de China donde se ubican las plantas de ensamble de automóviles y las fábricas de productos electrónicos, cerraron en el verano de 2022 por falta de energía originada por los caudales tan bajos afectando el suministro; Perú que concentra el 80% de su PIB en la zona costera del Pacifico, donde apenas tiene el 2% de agua dulce, tiene un futuro incierto en esa zona desértica; España enfrenta la sequía más prolongada que está poniendo en riesgo la producción agrícola; Argentina primer lugar de producción de aceite de soya, por la sequía del ciclo 22/23 dejará es sitio a Brasil; Indonesia, 4º lugar en demografía con 270 millones de habitantes sufre inundaciones por la elevación del nivel del mar debido a la sobreexplotación de los acuíferos costeros.
En México se reporta que la falta de agua “afecta al 80% del territorio nacional y más de la mitad sufre algún grado de sequía” (elpais.com). Un reporte del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la CNA del pasado 28 de marzo, señala que, de las 210 principales presas de México, solamente 3 permanecen al 100% de su capacidad, 65 se encuentran entre el 75 al 100%, 67 entre el 50 al 75% y 75 se encuentran por debajo del 50%; y que cada semana disminuyen en promedio entre 2 y 3%. (El Economista 29 de marzo 2023). Los agricultores del Valle de Río Grande, Texas, presionan al Departamento de Estado para que México cumpla con el Tratado de 1944 de entregar a Estados Unidos 1,750,000 acres-pie de agua y acusan de que México acapara agua de los afluentes del Río Bravo generando escasez que impide tener el volumen acordado (elmañana.com). “Los Estados agropecuarios del Pacifico y Occidente los más afectados por sequía”, así titula El Economista su publicación del 29 de marzo, donde señala que el grado de sequía en este año es de 74.58% a nivel nacional, mayor a 68.90 del año pasado. Juan Cortina, Presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), manifestó que “este año la sequía en México afectará la producción agropecuaria nacional y los estados con mayor afectación los ubicados en el Pacífico Occidente”, entre los cultivos más afectados en esa región está la caña de azúcar. En Guanajuato más del 50% de su territorio enfrenta sequía, extendiéndose al estado de Querétaro. En el Valle de México y en especial la Ciudad de México sufrirá una fuerte sequía en los próximos meses, así lo hizo saber Claudia Sheinbaun, Jefa de Gobierno, ya que el Sistema Cutzamala está en situación crítica de almacenamiento por la intensa sequía y se propone dotar de agua a los capitalinos con 600 pipas de manera gratuita e iniciar un Programa de Estimulación de Lluvias mediante bombardeo de nubes en el Sistema Cutzamala del 28 de marzo al 7 de mayo (uno.tv) El bombardeo de nubes se ha utilizado desde 2020 en Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Durango y Zacatecas; en 2022 se incluyó a la región sorguera de Tamaulipas y recientemente en la zona metropolitana de Monterrey para el suministro de agua potable y el control de incendios. La falta de agua en la actualidad no solamente se presenta en la zona norte de México donde es constante el estrago por sequías, sino también ahora se está manifestando en las grandes ciudades como Puebla, Guadalajara y Morelia entre otras.
La escasez de agua tiene su causa inmediata en el cambio climático y este es efecto de la actividad humana, en particular de las grandes empresas que contaminan el medio ambiente, contaminan los ríos, talan los bosques, etc. Las cuales por su afán de la ganancia no se comprometen a cuidar el medio ambiente, generando una crisis global de la cual también hacen negocio como vender bebidas embotelladas, entre ellas el agua que en muchos casos oculta la falta de agua, pero que además de las enormes ganancias que genera, también contamina con sus envases los ríos y mares afectando la fauna marítima. El pueblo debe tomar conciencia y asumir las acciones a su alcance, pero el Gobierno debe aplicar una política pública más decidida para preservar este líquido y establecer programas como la cosecha de agua de lluvia, rehabilitar jagüeyes y represas para la recarga de acuíferos, reforestar áreas públicas, rehabilitar y habilitar plantas de tratamiento, ya que el 80% de las instaladas no funcionan, evitar la sobreexplotación de acuíferos, vigilar y sancionar a las empresas contaminantes, etc.
