El ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, declaró en el Foro Internacional Lanting de Shanghái que no es China continental quien cambia unilateralmente el statu quo y socava la estabilidad en esta zona, sino las fuerzas separatistas de la isla que apuestan por la “independencia de Taiwán” y los países que las apoyan.
De acuerdo con las palabras del funcionario chino, los que apoyan a Taiwán independiente pretenden “dividir pacíficamente” al gigante asiático. Sin embargo, China postula que no dará marcha atrás en su soberanía y seguridad, y quien juegue con fuego en la cuestión de Taiwán se prenderá fuego a sí mismo, según procede de las declaraciones del funcionario.
El mensaje del ministro chino también fue dirigido a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y al jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, que se pronuncian sobre Taiwán con un espíritu antichino, agrega.
El discurso de Qin Gang demostró que el país se mantendrá firme frente a los intentos de EEUU de frenarlo, interfiriendo en la cuestión de Taiwán. Pero la señal de no cruzar esa “línea roja” esta vez no solo se envió a Washington, sino también a Europa, indicó el director adjunto del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexandr Lomanov.
El experto apunta que la declaración de Qin Gang constituye una especie de reacción al viaje de la ministra alemana de Asuntos Exteriores. La última aprovechó la visita con el fin de intentar persuadir a Pekín para que cambiara su comportamiento en la cuestión de Taiwán y no ejerciera lo que ella considera presiones sobre la isla.
“A China no le interesa aumentar las tensiones, pero el reconocimiento político por parte de Occidente de las autoridades de Taiwán es inaceptable para China continental”, subrayó Lomanov.
Mientras que Pekín rechazó las acusaciones de la Administración taiwanesa, Estados Unidos y sus aliados de agravar las tensiones en el estrecho de Taiwán.