Por Alfonso Gómez Rossi

Siguiendo en el tema de la homofobia, me gustaría reflexionar sobre el primer empresario homosexual de México.

Hay que hacer dos aclaraciones: cuando describo al “primer empresario homosexual,” lo hago bajo el entendimiento de que la homosexualidad, como la comprendemos actualmente, es una locución relativamente nueva que se empleó en México a partir de 1901.

Esto significaría que antes de 1900 se empleaba otro término—sodomita–lo que describía más una falla moral pública, que violentaba principios cristianos y no una patología, que era lo que significó el homosexual durante el siglo XX.

En segundo lugar, hablo de Ignacio de la Torre como el primer empresario homosexual, pero es así, porque fue el primer homosexual que fue “sacado del clóset” por la prensa y los enemigos del régimen de Díaz, pero, en realidad, no sabemos sí fue “el primero.”

La historiografía oficial lo ha convertido en el empresario homosexual  más conocido del Belle Époque por sus vínculos familiares con el régimen de Porfirio Díaz (Hernández, 2018).[1]

 Seguramente hubo otros empresarios LGBQT+ de closet en ese período, que no vivieron escandalosamente, ni dieron de que hablar a la prensa del siglo pasado.

En la historia de Ignacio de la Torre encontramos algunos estereotipos de lo que serían considerados los defectos del homosexual mexicano durante el siglo XX:

1.- Era miembro de las clases poderosas: estos significaba que era capitalista, y que su fortuna era inmerecida, porque había sido heredada, de un poderoso plutócrata, lo que perjudicaba al pueblo de México.

2.- Se había vuelto homosexual porque o había sido muy mimado por los beneficios que daba el poderío de la familia o porque su posición económica le había dado la oportunidad de probar distintos tipos de placeres, entre ellos el tener relaciones sexuales con otros hombres. Este tipo de vida definido como hedonista, era la culminación de la decadencia moral del individuo.

3.- Era un mal mexicano, porque prefería viajar al extranjero y utilizar su dinero en vicios que no beneficiaban a México. Esta acusación se hizo contra todos los homosexuales ricos del siglo XIX y el XX en casi todos los países de la cultura Occidental. Lo que oculta es que los hombres homosexuales eran generalmente rechazados en su país de origen y buscaban lugares en el mundo donde fueran aceptados por otras personas amigables o como ellos.

4.- El fracaso del matrimonio heterosexual recaía sobre los hombros del homosexual. Este mito no toma en cuenta que los matrimonios de la elite eran acuerdos económicos entre familias y que en muchas ocasiones el amor no era un tema importante en este tipo de relaciones.

5.- Al final de su vida lo operaron de las hemorroides, lo que significaría que en sus relaciones homosexuales, él fue el pasivo de la relación. En este caso, este es un estereotipo de la homosexualidad mexicana que es definida por la academia como “homosexualidad mediterránea”, en la que el hombre activo no deja de ser hombre, porque penetra aunque el sujeto pasivo se feminiza porque es penetrado. Esto genera más rechazo por “convertirse” en mujer durante el acto sexual al ser impregnado.

Durante la primera mitad del siglo XX la homosexualidad fue tratado como una enfermedad mental que podía ser curada, en el mejor de los caso, o en el peor, el homosexual debía ser internado en un hospital psiquiátrico, aislado de la sociedad que entendían sus preferencias sexuales como un problema.[2]

En el caso de México, la palabra y connotación de “homosexual” comenzó de acuerdo a la historiografía Queer en 1901 con el arresto de 41 hombres en un baile clandestino en la Ciudad de México: de los arrestados descubrimos que 21 estaban vestidos de hombres y 20 vestidos de mujer.

En un baile porfirista se necesitaban números pares para que el baile pudiera funcionar bien, por lo que debió de haber 42 invitados, no 41 (Irwin, 2003).

Pero es importante contextualizar como el Baile de los 41 también fue entendido en aquella época como símbolo de la decadencia porfiriana.

El misterioso número 42 se asume era el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre y Mier.

Ya una vez establecido el régimen de Álvaro Obregón, diecinueve años después del famoso baile, la prensa habló de Ignacio de la Torre y su participación en los bailes en los siguientes términos:

De esa sorprendente dualidad ya nos dieron cuenta las crónicas de 1908, especialmente las publicadas en el periódico del Sr. Reyes Spindola, dándonos cuenta de los famosos bailes de fantasía ocurridos en la mansión palaciega de Don Ignacio de la Torre, en los cuales Mario Casasús apareció vestido de Ninón de Laclos y Félix Díaz de Chula Poblana. Fueron esos bailes sodomescos, precursores del hundimiento de la dinastía porfiriana (Félix Díaz debería ser juzgado por los asesinatos de Madero y Pino Suárez. Su impunidad alentaría la traición, 1920, pág. 1) .

Continuará

Trabajos citados

Across the Border. (4 de Junio de 1898). The Oasis, pág. 10.

Crónica Mexicana. (12 de Agosto de 1917). Hispano América, pág. 9.

Diaz Property is Seized. (1 de Enero de 1920). Iowa County democrat, pág. 2.

Félix Díaz debería ser juzgado por los asesinatos de Madero y Pino Suárez. Su impunidad alentaría la traición. (2 de Octubre de 1920). La prensa, págs. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://chroniclingamerica.loc.gov/data/batches/curiv_hairgrass_ver01/data/sn83045394/0027176683A/1920100201/0315.pdf.

Fueron muy solemnes de D. Ignacio de la Torre y Mier. (4 de Abril de 1918). La Prensa, págs. https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn83045395/1918-04-04/ed-1/seq-1/#date1=1890&index=9&rows=20&words=de+Ignacio+la+Torre&searchType=basic&sequence=0&state=&date2=1920&proxtext=ignacio+de+la+torre&y=0&x=0&dateFilterType=yearRange&page=1.

Hernández, M. J. (2018). Añorada Belle Époque. El Mundo, págs. https://www.elmundo.es/especiales/primera-guerra-mundial/mundo-cambiante/la-belle-epoque.html.

Irwin, R. M. (2003). Centenary of the Famous 41: Sexuality and Social Control in Mexico, 1901. Nueva York: Palgrave MacMillan.

Mrs. Amada Díaz de la Torre. (15 de Julio de 1905). Elk City mining news, págs. https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn88087183/1905-07-15/ed-1/seq-7/#date1=1890&sort=relevance&rows=20&words=de+Ignacio+la+Torre&searchType=basic&sequence=0&index=1&state=&date2=1920&proxtext=ignacio+de+la+torre&y=0&x=0&dateFilterType=yearRange&page=.

New Revolt Breaks Out in South Mexico. (17 de Febrero de 1915). The West Virginian, pág. 8.

Nuevo presidente de la Convención. (5 de Junio de 1915). El Tucsonense, pág. 1.

Ya apareció Ignacio de la Torre. (19 de Mayo de 1916). La Prensa, págs. https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/sn83045395/1916-05-19/ed-1/seq-1/#date1=1890&index=8&rows=20&words=de+Ignacio+la+Torre&searchType=basic&sequence=0&state=&date2=1920&proxtext=ignacio+de+la+torre&y=0&x=0&dateFilterType=yearRange&page=1.

Facebook: Alfonso Gómez Rossi

[1] Por Belle Époque me refiero a esa etapa histórica entre 1871 y 1914, cuando el continente europeo experimentó paz y los beneficios de la Segunda Revolución Industrial. Aunque Europa experimentó esa paz, el resto del mundo estaba siendo invadido por Europa, Japón y Estados Unidos en búsqueda de colonias o territorios que conquistar.

[2] Las lesbianas también eran excluidas y discriminadas socialmente por la sociedad misógina en la que vivían, pero no eran tan severamente penadas por las ciencias médicas o la ley como los hombres. Cuando se aprobaron las leyes de sodomía en la Gran Bretaña, la reina Victoria famosamente afirmó que las leyes de sodomía no aplicaban a las mujeres porque ellas no tenían ese tipo de prácticas.