Puebla, Puebla. El Movimiento Antorchista de Puebla se sumó a la exigencia nacional de justicia ante el asesinato -perpetrado el 12 de abril- de los integrantes del Comité Estatal de Guerrero, Conrado Hernández y Mercedes Martínez, así como de su pequeño hijo Vladimir.
En conferencia de prensa, Juan Manuel Celis Aguirre, dirigente antorchista en Puebla, dijo que fue un crimen terrible, pues los resultados de la autopsia arrojaron que los líderes fueron brutalmente golpeados en la cabeza y torturados hasta su muerte, mientras que el pequeño de cinco años de edad fue asfixiado.
En todas las capitales de los estados del país, el Movimiento Antorchista realizó conferencias de prensa para exigir al gobierno de Guerrero que investigue quiénes son los asesinos, los encuentre y los encarcele, “que les aplique todo el peso de la ley”, porque se trató de un crimen político contra dos líderes de gente humilde que eran sencillos, honestos, que no le hacían mal a nadie y que desde hace 20 años se unieron a la lucha en favor de los pobres de este país, y contra un niño de 5 años y siete meses cuya vida apenas empezaba a florecer.
Acompañado por el Comité Estatal de la organización en el estado, Juan Celis destacó que la política de “abrazos no balazos” solo ha normalizado el clima de violencia que se vive en México, encontrándose Guerrero entre la lista de los estados más peligrosos, por lo que hizo énfasis en que esto no puede continuar: “al Movimiento Antorchista le pegaron en el corazón, (…) es hora de que los mexicanos no nos dejemos, no permitamos que este asunto se convierta en algo cotidiano que a cualquiera le pueda pasar. ¡Ya está bien! Hay que meter a la cárcel a los asesinos. Aquí se necesita otro tipo de política”.
Agregó que este problema le pega de lleno a la población más pobre, cobrando la vida de personas inocentes y de la infancia del país.
El Movimiento Antorchista anunció que realizará una serie de acciones en protesta para exigir que se esclarezca y se castigue a los asesinos materiales e intelectuales.