Por Leticia Montagner
El uso excesivo de los dispositivos electrónicos causa falta de sueño, dependencia, estrés y obesidad, entre otras consecuencias, pero ahora hay que agregar una más, como lo es el envejecimiento.
De acuerdo al diario español La Razón, una nueva investigación ha identificado otro problema ya que en un estudio los expertos detectaron cambios en la química celular por la exposición a la luz azul en insectos.
La investigación elaborada en moscas de la fruta, publicado en el portal Frontiers in Aging (Fronteras del Envejecimiento), sugirió que nuestras funciones celulares básicas podrían verse afectadas por la luz azul emitida por estos dispositivos.
La exposición excesiva a la luz azul de los dispositivos cotidianos, como televisores, portátiles y teléfonos, puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde la piel y las células grasas hasta las neuronas sensoriales.
La anterior afirmación corresponde a la Doctora Jadwiga Giebultowicz, del Departamento de Biología Integrativa de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos y autora principal del estudio.
Somos los primeros en mostrar que los niveles de metabolitos específicos que son las sustancias químicas esenciales para que las células funcionen correctamente, se alteran en las moscas de la fruta expuestas a la luz azul, explicó Giebultowicz.
Añadió que recomienda evitar la exposición excesiva a la luz azul como estrategia antienvejecimiento.
Previamente a este estudio, los investigadores de la Universidad Estatal de Oregón han demostrado que las moscas de la fruta expuestas a la luz activan los genes protectores del estrés y que las que se mantienen en la oscuridad constante viven más tiempo.
Para comprender por qué la luz azul de alta energía es responsable de acelerar el envejecimiento en las moscas de la fruta, se compararon los niveles de metabolitos en las moscas expuestas a la luz azul durante dos semanas con las que se mantuvieron en completa oscuridad, detalló Giebultowicz.
La exposición a la luz azul causó diferencias significativas en los niveles de metabolitos medidos por los investigadores en las células de las cabezas de las moscas.
En particular, encontraron que los niveles del metabolito succinato, un metabolito que históricamente se asociaba con la obtención de energía y procesos inflamatorios, pero los niveles de glutamato se redujeron.
El succinato es esencial para producir el combustible para la función y el crecimiento de cada célula. Los altos niveles después de la exposición a la luz azul se pueden comparar con la gasolina que está en la bomba expendedora, pero no entra en el automóvil.
Otro descubrimiento preocupante, prosiguió la experta, fue que las moléculas responsables de la comunicación entre las neuronas, como el glutamato, se encuentran en el nivel más bajo después de la exposición a la luz azul.
Los cambios registrados por los investigadores sugieren que las células están operando a un nivel no óptimo y esto puede causar su muerte prematura y explicar sus hallazgos anteriores de que la luz azul acelera el envejecimiento.
Los LED se han convertido en la iluminación principal en pantallas como teléfonos, computadoras de escritorio y televisores, así como en la iluminación ambiental, por lo que los humanos en las sociedades avanzadas están expuestos.
Los químicos de las células de las moscas y los humanos son los mismos, por lo que existe un potencial de efectos negativos de la luz azul en los humanos.
Finalmente indicó que en el estudio se utilizó luz azul bastante fuerte en las moscas y que los humanos están expuestos a una luz menos intensa, por lo que el daño celular puede ser menos dramático.
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