Las deudas con el género femenino son muchas, pero al igual que con otros grupos vulnerables, sin duda la Cuarta Transformación no será ni intentará ser la solución de lo pendiente.
Durante los últimos siete años, México ha tenido un incremento del 78 por ciento en casos de feminicidio; hay más de 26,000 mujeres desaparecidas y sin número de víctimas de desplazamiento forzado al interior del país, por violencia.
Datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del 2021, revela que del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 por ciento ha experimentado al menos un tipo de violencia (psicológica, económica, patrimonial, física, sexual, discriminación, etc.) a lo largo de la vida.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado a México como el primer país del mundo con mayor incidencia en abuso sexual a menores, en donde el 90 por ciento de los casos de abuso sexual se produce en el interior de los hogares y en el entorno familiar.
Y asu vez, el Observatorio de Género y COVID-19 documentó que, durante la pandemia, en México, el 33.4 por ciento de las mujeres que vivieron un embarazo durante la cuarentena, fueron víctimas de violencia obstétrica por parte de los profesionales de la salud que las atendieron.
No es nuevo, que las mujeres han denunciado que los salarios que reciben son menores en comparación con los hombres, en donde el ingreso laboral promedio es de 7 mil 943 pesos mensuales, en su lugar, una mujer percibe en promedio un ingreso laboral de 7 mil pesos mensuales, esto en contraste con el ingreso laboral promedio hombres que es de aproximadamente 8 mil 448 pesos mensuales.
Sí bien los salarios no son equitativos o igualitarios al de un varón, “México cómo vamos” ha dado a conocer que, en este país, las mujeres dedican 43 horas al trabajo en tareas del hogar y de cuidados a la semana, mientras que los hombres solo 18 horas. El valor total del trabajo no remunerado de los hogares como porcentaje del PIB es del 26.3 por ciento.
Asimismo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la brecha de género se ha manifestado de manera muy marcada en el acceso a la vivienda, en donde solo 3 de cada 10 mujeres son dueñas de las viviendas que habitan, aunado a que Infonavit ha reportado que a las mujeres sólo se les otorga el 34 por ciento de los créditos, a los hombres el 66 por ciento.
Otro dato duro para el país es que el 98 por ciento de las mujeres han padecido alguna experiencia de acoso u hostigamiento en el transporte público, esto según los lineamientos para la prevención y la atención del acoso sexual contra las mujeres en el transporte público, del Instituto Nacional de las Mujeres.
¿Qué hacer?, ¿qué le queda a la mujer mexicana? Sin duda la lucha y la organización de sus fuerzas, pero en Contigo Puebla nos atreveremos a decir que no sólo para salvar a la mujer, sino para cambiar el México actual, que, en manos de la Cuarta Transformación, se ha venido hundiendo más y más.
Sólo la unidad de los grupos poblacionales marginados y oprimidos podrá edificar un México más justo y equitativo para las y los mexicanos.