El politólogo y geógrafo Manlio Dinucci escribió su artículo titulado “Noveno año de la guerra en Ucrania, he aquí un breve resumen.
Lo que Occidente presenta como “!el primer año” de guerra en Ucrania en realidad debería recordarse como el noveno año de ese conflicto, cuyo verdadero inicio tuvo lugar en febrero de 2014, con el golpe de Estado orquestado en la plaza Maidan por Estados Unidos y la OTAN.
Hablando desde Varsovia, en ocasión de ese “primer aniversario”, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promete “estar junto al presidente Volodimir Zelenski pase lo que pase”.
Tras los pasos del presidente de Estados Unidos, y contradiciendo la posición italiana de 2014, la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, garantiza a Zelenski que “Italia estará con ustedes hasta el fin”.
Esas declaraciones son sumamente inquietantes ya que existe la real posibilidad de que el conflicto desemboque en una guerra nuclear, que sería el fin no sólo de Europa sino del mundo entero. Ucrania tiene la capacidad necesaria para producir armas nucleares y seguramente hay en Kiev alguien que está encargándose de eso.
El New York Times lo confirma cuando publica que: “Ucrania renunció a un gigantesco arsenal nuclear hace 30 años. Hoy se arrepiente”.
En efecto, cuando se desintegró la URSS, en 1991, Ucrania se vio en posesión del tercer arsenal nuclear más grande del mundo: unas 5 mil armas atómicas estratégicas y tácticas. Ese arsenal se eliminó en los años 1990, en el marco de acuerdos entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania. Pero la capacidad tecnológica que Ucrania había adquirido en el sector nuclear militar durante los años de la confrontación USA-URSS no fue eliminada.
”Ucrania pretende crear sus propias armas nucleares y no es simple fanfarronería. La adquisición de armas nucleares será mucho más fácil para Ucrania que para otros Estados que hacen investigaciones, sobre todo si Kiev tiene apoyo tecnológico extranjero. No podemos excluir eso. Si Ucrania se dota de armas de destrucción masiva, la situación en el mundo y en Europa cambiará drásticamente”, ha advertido el presidente Vladimir Putin.
Mientras la prensa occidental nos habla de la guerra, los nacionalistas integristas ucranianos se ocupan de restaurar los símbolos del nazismo. Por ejemplo, el 14 de febrero, el presidente Volodimir Zelenski entregó a la 10ª brigada de asalto de montaña el “título honorífico Edelweiss”, distinción ucraniana que hace referencia a la denominación (Edelweiss) de la 1ª División de Montaña nazi, que fue una de las más feroces divisiones nazis, la misma que en 1943 masacró en la isla griega de Cefalonia a más de 5 mil soldados italianos que habían depuesto las armas. En resumen, la Ucrania del presidente Zelenski, ve el III Reich como “libertador” de los ucranianos.
La flor denominada “Edelweiss” es el nuevo emblema de la 10ª brigada de asalto de montaña ucraniana. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el emblema de la 1ª División de Montaña del III Reich.
Mientras en Italia se recuerda y rinde homenaje a la memoria de los 5 mil soldados italianos masacrados en septiembre de 1943, después de la caída de Mussolini, por las tropas nazis de la 1ª división de montaña “Edelweiss”.
¿En manos de quién estarían las armas nucleares ucranianas? Basta con saber que Zelenski acaba de otorgar “el título honorifico Edelweiss” a la 10ª brigada ucraniana de asalto de montaña y que Edelweiss es el símbolo y el nombre mismo de la 1ª división Edelweiss.