*Una publicación revela que la estigmatización de la sociedad y el acoso escolar marcan a los hijos de desaparecidos en México
La estigmatización de la sociedad, el acoso escolar, profesores indiferentes e instituciones que no los escuchan marcan a los hijos de desaparecidos en México, según una publicación revelada este jueves en Guadalajara por el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad).
Durante la presentación de la publicación “Infancias sonoras; nuestra voz, nuestros derechos”, Sofía Virgen, miembro del área psicosocial del Cepad expuso que las niñas, niños y adolescentes quieren sentirse escuchados y protegidos ante la desaparición forzada de sus seres queridos.
En la revista para aficionados o “fanzine”, producto de un taller con 22 menores de edad de cuatro municipios de Jalisco, estado del occidente de México, los niños expresaron que necesitan que las escuelas comprendan su situación y que dejen de estigmatizar a las personas desaparecidas.
“Necesitamos que no nos juzguen y que no juzguen a las personas que desaparecen”, “necesitamos sentirnos seguras, no tener miedo”, “quiero que la escuela me cuide, que el maestro entienda que a veces no me puedo concentrar”, “que no hablen mal de las personas desaparecidas en las noticias y en la calle”, “que nos apoyen en las marchas”, son algunas de las frases expresadas por quienes participaron en el taller.
La publicación se difunde en medio de la crisis de desapariciones en México, que el año pasado rebasó la cifra histórica de más de 100 mil personas no localizadas desde que hay registro, con el estado de Jalisco en los primeros lugares.
Virgen afirmó que los menores de edad saben la situación por la que atraviesan sus familiares desaparecidos, pero no se sienten escuchados por los adultos a pesar de que quieren saber más acerca del problema y hacer valer su opinión.
“Al preguntarles qué necesitaban: (respondían) que me escuchen. A veces ni siquiera necesitaban respuestas, solo saber que son válidas sus preguntas, sus emociones, que tienen dudas y (quieren) que se les vea, que están ahí y que también esto lo están viviendo ellos”, dijo.
Rosa María Quezada, madre de una persona desaparecida y abuela de una de las niñas participantes en la publicación señaló que las escuelas muchas veces son indiferentes a la situación por la que atraviesan los niños quienes muchas veces se sienten acosados por sus compañeros o los mismos profesores, lo que afecta su rendimiento escolar.
Rocío Martínez, coordinadora del área psicosocial del Cepad, afirmó que uno de los retos es que las niñas y niños sean escuchados por la sociedad y las instituciones educativas, además de que haya un reconocimiento del impacto que la desaparición de un ser querido tiene en su vida y de quienes los cuidan.