El presidente de China Xi Jinping ha manifestado que el objetivo de China es “aumentar su fuerza para sobrevivir, competir y desarrollarse y sostenerse en medio de todo tipo de tormentas y vientos fuertes, tanto predecibles como impredecibles”.
La OTAN acusa a China de desafiar sus intereses, seguridad y valores; además considera que la cooperación con Moscú va contra sus valores e intereses.
China se prepara militarmente para una guerra, pero sabe que su arma fundamental es su economía que crece exponencialmente mientras que la de occidente retrocede por lo que sustenta su desarrollo en el poder global absoluto.
Las crecientes economías de China y la India se convertirán en las mayores del mundo, superando a la de EEUU hacia 2075, indica una reciente investigación de Goldman Sachs. Esta región del mundo centrará el PIB mundial.
Xi Jinping dice que el proceso de la gran revitalización de la nación china no se debe interrumpir para que “se haga realidad el objetivo de convertir a China en un gran país socialista moderno”.
El éxito económico, político, de los comunistas chinos se logra mediante planes quinquenales que enmarcan la actividad productiva estatal y capitalista.
Mientras que el empresariado occidental opera según iniciativas individuales, dispersas y sin ese ordenamiento.