Más de 3 mil 700 muertos y 16 mil 500 heridos, fue el saldo que dejaron dos terremotos de magnitud 7.8 y 7.5 el pasado lunes 6 de febrero en el sureste de Turquía y el noroeste de Siria.
De acuerdo con el último reporte del gobierno turco los decesos alcanzan una cifra de 2 mil 316, mientras que la cifra de personas heridas suma 13 mil 293.
En Siria, al menos mil 444 personas han muerto; en zonas controladas por el gobierno se han registrado más de 711 muertes y mil 431 heridos, y en la zona controlada por los rebeldes, 733 personas han muerto y más de 2 mil resultaron heridas.
Aún se continúan con las labores de rescate tras dicho sismo, pues, de acuerdo con las autoridades y rescatistas, todavía quedan miles de personas atrapadas bajo los escombros.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo llamó «el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan».
Horas después del primer sismo, el más potente, un temblor de magnitud 7.5 sacudió la provincia turca de Kahramanmaras; las autoridades dijeron que este sismo «no fue una réplica».