Las fuertes protestas registradas desde inicios de diciembre, mantienen en jaque al régimen de Boluarte, quien se niega a renunciar tras su designación como presidencia del país andino, a inicios de diciembre pasado, tras la destitución y encarcelamiento del exmandatario Pedro Castillo.
Mientras tanto, la ola de protestas que inició en las provincias campesinas y comunidades indígenas del llamado “Perú profundo”, por su lejanía a la capital del país, se han extendido a todo el territorio de forma masiva, incluyendo Lima.
Los manifestantes reclaman el fin la renuncia de Dina Boluarte, el cierre del Congreso, elecciones generales, establecimiento de la Asamblea Constituyente, la liberación de Castillo y justicia para las casi 60 personas que han muerto en las protestas, fuertemente reprimidas por la Policía y el Ejército.
Por su parte, el exmandatario peruano, acusado de rebelión, por intentar disolver al Congreso, ha señalado desde prisión que el gobierno de Boluarte es una “dictadura militar”, que impone un régimen “antidemocrático” que “usurpa el poder”.
Por lo anterior, el Congreso de Perú aprobó este lunes reconsiderar la votación sobre el proyecto de ley para el adelanto de elecciones generales, en medio de un clima de hostilidad y crecientes tensiones políticas, sociales y económicas, debido a la proliferación de las protestas masivas en el país contra el gobierno de Dina Boluarte.