Por Leticia Montagner
Del martes 13 de diciembre al viernes 13 de enero ha pasado un mes y suena a verdad de Perogrullo, por la obviedad, pero sin duda para Puebla fue un mes especial como hace años no se veía. Pudiera parecer de buena suerte para algunos y de mal fario para otros, debido a las fechas atribuidas por los supersticiosos.
El Estado de Puebla ha pasado por una crisis política en 30 días. Desde la amenaza de desestabilidad por la muerte del Gobernador Miguel Barbosa Huerta el martes 13 de diciembre, la llegada el 15 de ese mes del Mandatario Substituto en una sorprendente decisión unilateral del Congreso del Estado, hasta la visita del Secretario de Gobernación federal Adán Augusto López, el viernes 13 de enero, donde respaldó al nuevo Gobernador, promovió a su partido Morena y a dos primos como probables candidatos a la gubernatura.
El resultado fue calmar las turbulentas aguas políticas de la sucesión estatal del 2022 y del 2024.
El inesperado fallecimiento de Miguel Barbosa cambió el escenario político poblano. De tres aspirantes que se promovían para el 2024, uno de ellos amarró la titularidad del Gobierno, Sergio Salomón Céspedes Peregrina (SCP) y las fuerzas políticas del Congreso que actuaron sin línea de Palacio Nacional y de sus partidos.
Tras la designación de una Encargada del Despacho del Gobernador, Ana Lucía Hill Mayoral, quien se desempeñaba como Secretaria de Gobernación Estatal, quien no duró más de 24 horas, el Congreso nombró jurídicamente como Gobernador Substituto (así lo dice la Constitución de Puebla), a Céspedes Peregrina.
Tras la renuncia de Hill, se nombró a Julio Huerta Gómez, el operador barbosista que actuaba como tal en su lugar. A lo largo del primer mes de labores, SCP inició el recorrido por el Estado para visitar municipios, reunirse con alcaldes y con el sector empresarial.
El morenista se reunió con el Presidente Andrés Manuel López Obrador el 19 de diciembre y con el titular de Gobernación Federal en la Ciudad de México, además del dirigente nacional del partido morenista Mario Delgado, quien el viernes 13 criticó la rapidez del nombramiento sucesorio. Ahí mismo visitó a la corcholata presidencial favorita, Claudia Sheinbaum
En el relevo de la Presidencia del DIF Estatal, donde nombró a su esposa Gabriela Bonilla y rindió un conmovedor homenaje a la hoy viuda Rosario Orozco, donde ella marcó la ruta a seguir del barbosismo.
En las reuniones de trabajo con los alcaldes, Sergio Céspedes ha señalado que una de las prioridades de su administración es la seguridad pública, así como el desarrollo.
Hasta ahora, efectuó cambios mínimos en el gabinete y dijo que observará su trabajo. Los otros nombramientos fueron el del Subsecretario de Gobernación, Andrés Villegas Mendoza y del Jefe de la Oficina del Gobernador, Javier Aquino Limón, hechos los días 21 de diciembre y 4 de enero, respectivamente.
Incluso hubo una impugnación al nombramiento del Gobernador Sustituto por Jesús Arturo Beltrán Salgado el 27 de diciembre mediante un amparo que fue desechado.
El viernes 13 de enero, Puebla y su Gobernador Sergio Céspedes recibieron al titular de Gobernación Adán Augusto López, quien se reunió con medios de comunicación, empresarios, morenistas y funcionarios estatales y municipales.
Lo novedoso fue que al final de los eventos, Adán Augusto López hizo público el respaldo del Gobierno Federal al Gobernador Sergio Céspedes y dijo que preservará el legado de Miguel Barbosa.
Luego, tras hacer un llamado a la unidad y al compañerismo entre los morenistas, aprovechó la presencia de los primos Ignacio Mier Velazco, Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y Alejandro Armenta Mier, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República y levantó un brazo de cada uno.
Por lo pronto, ambos están ya en la carrera de la sucesión. Sin duda el más conocido es Alejandro Armenta Mier, quien podría encabezar la encuesta que levanta Morena para la designación de candidatos. Él mismo dijo que por lo menos hay dos aspirantes más a la candidatura al gobierno estatal.
Fueron sin duda, 30 días, un mes de vértigo poblano.
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