El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó el decreto de la respuesta de Moscú al tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril, impuesto por los países del G7 (Canada, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos), la UE y Australia.
Rusia, el país euroasiático, dejará de vender crudo a las naciones que se han sumado a la medida.
De acuerdo con el documento oficial, “en relación con las acciones no amistosas y contrarias al derecho internacional de EE.UU. y los Estados extranjeros y las organizaciones internacionales que se han unido a ellas”, se prohíben los suministros de petróleo y productos petrolíferos rusos a personas jurídicas y físicas extranjeras “si los contratos de estos suministros prevén la utilización de un mecanismo de limitación de precios”.
El decreto firmado por el presidente de Rusia, Vladímir Putin entrará en vigor el 1 de febrero de 2023 y permanecerá vigente hasta el 1 de julio de ese mismo año.
A menos de una hora después de la publicación del decreto, los precios del petróleo se han disparado, elevando los precios. Así, el crudo Brent subió a 86 dólares el barril por primera vez desde el 5 de diciembre, según datos de la bolsa londinense ICE.
A principios de diciembre, los países del G7, la UE y Australia acordaron imponer un tope de 60 dólares por barril al precio del petróleo ruso transportado por mar. Los promotores de la medida pretenden “restringir la principal fuente de ingresos” de Rusia para quebrar su economía y el financiamiento de su operatición militar en Ucrania, “preservando al mismo tiempo la estabilidad del suministro energético mundial”, según indicó la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen.
El Gobierno ruso ha calificado en reiteradas ocasiones la iniciativa occidental como una “medida antimercado” que no sólo “puede complicar considerablemente la situación en los mercados energéticos mundiales”, sino que es inaceptable que el cliente o comprador imponga el precio del producto de lo que va a comprar porque no es el propietario de la mercancía que va a adquirir y advirtió que “no suministrará” petróleo a los países y compañías que se unan a la limitación de su precio.