Las redes sociales fueron escenario de encarnizadas discusiones y diversas críticas para la administración de Miguel Barbosa, una vez que se confirmó el fallecimiento del mandatario morenista.
Los nombres de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle superaron en las tendencias del día a Miguel Barbosa Huerta, cuyos apellidos siempre estuvieron relacionados con la sospecha del magnicidio de la pareja que gobernó Puebla, entre 2010 y 2018.
Para Xavier Kink, las críticas hacia la efigie de Miguel Barbosa, tienen como explicación las formas “caciquiles” que imperaron en su forma de ejercer el poder público, de manera autoritaria y, en muchas ocasiones, abusiva:
Ahí están las denuncias de amenazas contra activistas; la marcha de 100 mil estudiantes en contra de inseguridad; la Universidad de las Américas volcada en las calles, tras el cierre de sus instalaciones.
También, el encarcelamiento y asesinato de indígenas de Coyomeapan, que denunciaron el cacicazgo de la familia Celestino Rojas y el problema del agua potable en Juan C. Bonilla, donde se formó el inmenso socavón.
A revisión, la imagen pública de Miguel Barbosa.