Puebla, Puebla. Los casos de anorexia y bulimia en la entidad de Puebla han ido en aumento durante los últimos meses, registrando un total de 55 casos de trastornos alimenticios hasta la semana 45 del 2022.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica con el desglose nueve fueron de hombres y 46, de mujeres, lo que refleja una tendencia en aumento, pues en el mismo periodo del 2021, hubo 53 casos de trastornos alimenticios en Puebla.
Sin embargo, otras entidades se encuentran por arriba de Puebla en cuanto al número de casos, como el Estado de México quien registra un acumulado de 362 casos; Coahuila con 260 y le siguen Jalisco con 210, Nuevo León con 182, la Ciudad de México con 170 y Baja California Norte con 139, entre otras.
En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria -conocidos bajo las siglas de TCA-, se dio a conocer que el estado de Puebla se caracteriza por no contar con una ley que permita atender los trastornos alimenticios.
La fecha surgió hace exactamente una década entre grupos de apoyo en redes sociales, pero ya tiene reconocimiento de gobiernos de diferentes partes del mundo, organismos y centros de estudios sobre la salud.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido estos trastornos como comportamientos alimenticios anormales que se acompañan por una distorsión en la imagen corporal y una excesiva preocupación por el peso y la comida.
En una revisión realizada a las leyes de otras entidades se puede identificar que desde 2008 la Ciudad de México es pionera, pues desde entonces aprobó una Ley para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios.
A la capital del país le siguieron el ejemplo: Morelos en 2011, Quintana Roo y Michoacán en 2014, así como Coahuila y el Estado de México en 2016.
Tanto en la Ciudad de México como en otras entidades se observa que a lo largo de los años se han hecho modificaciones para que en un mismo lineamiento se consideren también la obesidad y otros aspectos como la nutrición o la enfermedad diabetes mellitus.
Así, mientras en Puebla no se cuenta con una ley, los trastornos alimenticios continúan y su tendencia es a la alza, de acuerdo con resultados del gobierno federal.