Luis Herrera
Es claro que en Puebla los problemas son muy alarmantes: desempleo, carencia de salud pública, rezago en la vivienda, caminos y calles en mal estado, falta de obras a las colonias populares, la inseguridad, falta de servicios básicos, asentamientos irregulares en las periferias de la ciudad, falta de espacios educativos, falta de acceso a la cultura, entre otras muchas carencias de los pobres de este país.
Estos problemas sin duda alguna afectan a las personas pobres, quienes viven de su trabajo, es decir, personas que son amas de casa, comerciantes, trabajadores eventuales (que están por contrato o por temporada), campesinos, obreros de muy bajos recursos económicos. Nosotros formamos una inmesa mayoría de la población y somos quienes generamos la riqueza en este país y somos quienes también sufrimos las inclemencias del gobierno de la 4T.
La falta de interés del gobierno de la 4T en Puebla, que encabeza Luis Miguel Barbosa Huerta, una vez más ataca al pueblo pobre poblano, ¿pues no qué primero los pobres?
En Puebla existen aproximadamente 145 asentamientos irregulares en la capital poblana y, hace algunos días, Luis Miguel Barbosa Huerta mandó una iniciativa al H. Congreso del Estado en el que se dice que se castigue hasta con 15 años de cárcel a los funcionarios que autoricen o permitan construcción en zonas irregulares, a fin de evitar que se siga dando esta problemática, el Código Penal ya establece como un delito y una sanción a aquellos que se asienten en lugares que provengan de un ilícito, invasión o se encuentren dentro de zonas de riesgo.
Pero, ante todo esto, si se llegara a aplicar la ley, así como lo expone Miguel Barbosa, ¿en dónde van a vivir los pobres de la perifería?, ¿no se supone que en la la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 4° que “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa”?, ¿no que primero los pobres, señor gobernador?, ¿nos meterá a miles de pobres a la cárcel?
Claramente, una vez más el barbosismo y sus secuaces atacan a quienes les dieron la confianza para llegar al puesto donde están, pues según el Coneval, el porcentaje de pobreza en Puebla es 17 puntos mayor que el porcentaje nacional (41.9%), el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales en Puebla fue de 23.2%, es decir que 1 millón 483 mil 900 personas presentaron al menos una carencia.
De acuerdo con una nota informativa del portal contigopuebla.mx (Déficit de vivienda social afecta a 180,000 poblanos)nos dice que el municipio de Puebla tiene un déficit de vivienda social que afecta a 180 mil personas aproximadamente, quienes cuentan con créditos, sin embargo, no les son suficientes para acceder a inmuebles disponibles que cuestan entre 500,000 y 600,000 pesos (…), también se tiene en los municipios vecinos a la Angelópolis como San Andrés Cholula y San Pedro Cholula, los cuales están teniendo un crecimiento inmobiliario importante en los últimos cinco años por la construcción de fraccionamiento, donde las casas se ofertan arriba de 800,000 pesos y los inmuebles de lujo en montos superiores 1 millón 200,000 pesos.
A la gente humilde no le alcanza para comprar una casa de ese precio, pues la gente apenas y tiene para comer, los salarios en la actualidad no dan para más, pues el salario minímo es de 173 pesos diarios. Es claro que a la gente pobre de México no le alcanza para una casa mínimamente digna.
Estas leyes son para el beneficio de los que están en el poder, pues no se ve que Morena y la 4T quieran ayudar de verdad a los que les dieron su confianza y voto.
Esta falta de atención de las autoridades es el principal motivo de que poblanos del norte y sur de la capital poblana, desde hace 48 años, se unan cada vez en mayor número a las filas del Movimiento Antorchista, organización que con la participación de las propias comunidades, con la gestión y el trabajo de los poblanos y sus dirigentes locales, han logrado cambiar su suerte y la de sus familias; ahora pueden sentir un alivio en comparación con la situación de miseria en la que vivían.
