*El diario del diplomático Horiguchi Kumaichi, base del libro de Carlos Almada
Por Raúl Torres Salmerón
El diplomático Horiguchi Kumaichi, Ministro interino de la Legación de Japón en la Ciudad de México, protegió y salvó a la familia del Presidente Francisco I. Madero en el inicio de la Decena Trágica en febrero de 1913.
La mañana del domingo 9 de febrero, Horiguchi se enteró de los hechos y fue con su esposa a visitar a Sara Pérez de Madero en el Castillo de Chapultepec. Por la tarde los padres del Presidente, sus hermanas y su esposa se presentaron en la Legación para pedir protección pues querían asesinarlos.
Los diplomáticos Manuel Márquez Sterling de Cuba, Andrés de Hevia de Chile y el japonés Horiguchi, salvan y logran que salgan del país tras el asesinato de Madero y del Vicepresidente Pino Suárez.
La anterior es la historia resumida, que en el libro figura con lujo de detalles. En entrevista, el sinaloense Carlos Almada López, quien se desempeñó como Embajador en Portugal y Japón y fue Director de Comunicación Social del Presidente Ernesto Zedillo de 1995 a 1997, entre otros cargos, en entrevista, comenta el contenido de su libro:
-El libro Un Samurái en la Revolución Mexicana. Horiguchi Kumaichi y la Salvación de la Familia Madero, de Editorial Debate, es un relato sobre la generosidad entre naciones, familias, personas, culturas y épocas.
-Horiguchi fue muy generoso, incluso heroico. Hizo cosas que para la mente mexicana son inverosímiles, como poner a su familia de escudo de los Madero.
-Cuando estalló el golpe de estado contra el Gobierno de Francisco I. Madero, encabezado por los generales Bernardo Reyes, Félix Díaz y Manuel Mondragón, Horiguchi asiló a Sara Pérez de Madero y a unas 40 personas más en la delegación de Japón.
-Los peligros y la necesidad de protección eran reales. El mundo se estaba derrumbando para los Madero y temían, con razón, ser asesinados.
-Horiguchi Kumaichi exigió a Victoriano Huerta, ya Presidente usurpador, aclaraciones sobre los rumores del bombardeo a la Legación japonesa, título anterior a Embajada, para exterminar a los Madero.
-Los tres diplomáticos salvaron a la familia, a los padres, la esposa y otros familiares del Presidente Madero, a quienes llevaron a Veracruz y de ahí a La Habana en el crucero Cuba. Después viajaron a Estados Unidos.
-El libro pretende ser histórico e interpretar la época. Intenta encontrar el hilo conductor de mucha generosidad y valentía para proteger a la familia que buscaban exterminar durante las jornadas más sangrientas que ha vivido en su historia la Ciudad de México, después de 1521.
-La base principal del texto es el diario de Horiguchi Kumaichi, donde reseñó su actuación. Fue encontrado por casualidad en el archivo histórico de la cancillería mexicana por una Profesora del Instituto Mora, Graziella Altamirano Cozzi. Lo publicó en 2007 y a partir de ahí el Senado de la República advirtió que había un hecho muy poco conocido de la historia de la Revolución Mexicana.
-El Senado en 2015, con la Presidencia de la Mesa Directiva en manos de Miguel Barbosa Huerta, acordó rendir un homenaje y colocó una placa en el recinto parlamentario. Entiendo que es la única dedicada a un extranjero. En el decreto se ordenó que se investigara más sobre Horiguchi y que se agradeciera su ayuda a sus descendientes, al gobierno japonés y a esa comunidad.
-Confluyen varias historias: La Revolución Mexicana y la Decena Trágica. La restauración Meiji que es la eliminación de shogunato o militarización y la recuperación por el Emperador de Japón, de su autoridad milenaria imperial. El rescate de la memoria al encontrar el diario de Kumaichi y el homenaje del Senado de la República y su visita a Tokio.
-Horiguchi era originario de Nagaoka y su familia perteneció a la clase samurái por nueve generaciones. Su padre murió en la guerra civil en 1868. Ello da pistas sobre la actitud del diplomático japonés frente a la vida y su sentido de la valentía y del honor. Efectivamente, su familia es samurái.
-Horiguchi Kumaichi, en las vueltas que da la vida, terminó refugiado en 1945. Regresó a su ciudad natal a finales de la Segunda Guerra Mundial y paradójicamente, recibió lo mismo que dio, un tratamiento humano en medio de la desgracia.
El libro de Almada López se presentó el fin de semana pasado en el Museo Barroco de Puebla Capital, con la asistencia del Gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien recordó su paso por el Senado de la República, su visita a Japón y la colocación de una placa conmemorativa en reconocimiento a la defensa que hizo la legación japonesa a la familia del entonces Presidente Francisco I. Madero, tras los hechos de 1913 que derrocaron al gobierno legalmente electo de aquella época.
En fin, como escribió Murasaki Shikibu, en un antiguo poema japonés:
Ante este mundo,
¿por qué así me lamento?
Tan sólo fuera
como al mirar las flores
de cerezos de montaña…