China emerge del XX Congreso del Partido Comunista Chino más fuerte que nunca, por la tercera vez consecutiva, que eligen a Xi Jinping como Secretario General de la organización y porque se emitió una declaración política y un programa de acción para que el Partido unido al pueblo chino velen por la defensa y el desarrollo del socialismo con peculiaridades chinas.
Además, «China está aprendiendo de las principales potencias occidentales cómo usar las sanciones, mejorando los mecanismos para combatirlas, así como, la injerencia externa y la jurisdicción extraterritorial”, afirmó Xi en el Congreso y señaló la necesidad de mejorar el sistema de seguridad nacional y formar un «sistema de defensa integral y efectivo» para el país.
China rechazó la política de hostilidad estadounidense para controlar la región Asia-Pacifico y dirigirla contra Beijing, por lo cual, acelerará el desarrollo de su Ejército, y reiteraron que en el conflicto ruso-ucraniano aboga por el diálogo, pero siempre que se considere el derecho de Moscú a impedir que la agresiva Organización del Tratado del Atlántico Norte llegue hasta sus fronteras.
Para China el mundo debe ser multipolar, por lo cual rechaza la política unipolar que abanderaba el anterior presidente norteamericano, Donald Trump, y la falsa multipolar que sostiene el actual, Joe Biden.
Y es que este mundo se enfrenta a cambios profundos que no se habían visto en un siglo, incluidas las amenazas a la seguridad tradicionales y no tradicionales; así como el ascenso colectivo de los países en desarrollo y la transformación de la gobernanza mundial.
Y es que ese desarrollo en el camino para construir una nación socialista moderna en todos los aspectos beneficiará al mundo, y un ejemplo de ello es que ha sido el primer país en vías de desarrollo en materializar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU para la reducción de la pobreza; en los últimos cuatro logró la erradicación total de la pobreza extrema, que no tiene precedentes.
Además, tomó la iniciativa en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible e implementó el Acuerdo de París sobre el cambio climático, además de proponer una iniciativa de alcance global, como la Franja y la Ruta.
China ha ampliado su cooperación, sobre todo con el Tercer Mundo, a través de sus grandes propuestas, no sólo de desarrollo económico, sino también cultural y de conocimiento mutuo, con ganancias compartidas.
Asimismo, la lucha contra la corrupción y la mencionada contra la contaminación son aspectos muy importantes, a los que se suma la estabilización de la economía china, incluso frente a las adversidades más duras que ha tenido el mundo en los últimos años por la pandemia del COVID-19-
Y es que China pasó de producir manufacturas hace unas cuatro décadas como principal pilar de su economía, a producir tecnología de alta calidad en campos estratégicos como inteligencia artificial, telecomunicaciones, biotecnología y energía nuclear, entre otros.