En esta etapa, “el despliegue del espíritu de lucha” es la actitud básica ante el “largo camino por delante”.
La expresión “espíritu de lucha” (dou zheng jing shen), bien podría ser la clave e inspiradora principal del informe presentado por Xi Jinping al XX Congreso del PCCh y que da el tono general del llamamiento a los más de 96 millones de militantes del Partido para encarar la nueva y compleja etapa que se avecina.
Xi instó al PCCh en el informe a “mantenerse preparado para afrontar vientos fuertes, aguas procelosas e incluso tormentas peligrosas”. En esta etapa, “el despliegue del espíritu de lucha” es la actitud básica ante el “largo camino por delante”, “sin dejarse engatusar por las falacias ni amedrentar por los demonios, ni temer a las presiones”…
“No debemos permitirnos en absoluto estados de ánimo laxos o de solaz, ni fatigosos o de hastío de batallar”, advirtió Xi en la sesión inaugural. E instó a todos los miembros del PCCh “a no olvidar nunca la aspiración original y la misión fundacional y a tener el coraje y la capacidad de seguir luchando”.
Además, pidió a todo el pueblo chino que se mantenga unido como “una pieza de acero duro” bajo la dirección del PCCh. Como es habitual, es bien denso el elenco de temas tratados por Xi en su informe. Recoge el balance de los últimos años (con alusiones al incremento de su peso económico y su influencia en el mundo, el aumento de los ingresos de la población, de la esperanza de vida, etc., que rubricarían el curso positivo de la senda elegida).
Pero más que el programa de acción, la declaración política que incorpora el informe abunda en la insistencia en la “confianza, determinación, capacidad” del Partido para encarar los retos por venir.
El PCCh, seguirá “procurando beneficios” para la sociedad china, a fin de procurar “una vida mejor” a sus ciudadanos. Es mucho lo que resta por hacer en este sentido.
“La seguridad nacional es el cimiento para la revitalización de la nación y la estabilidad social, es la premisa para el fortalecimiento y la prosperidad del país”, destacó Xi.
La reivindicación de un camino propio de modernización, inédito y basado en la experimentación, que se inicia con su apego al marxismo (posición rectora en lo ideológico) como garantía de éxito en su aplicación, seguirá siendo el santo y seña del rumbo marcado por el PCCh a esta China del siglo XXI.