A ocho años de la masacre cometida contra 43 estudiantes de Ayotzinapa, en los medios de comunicación la periodista Peniley Ramírez publicó información de cómo sucedieron estos acontecimientos.
De acuerdo con esta versión, los cuerpos de los estudiantes no los quemaron y echaron sus cenizas en el río Cocula, como alegaba la “verdad histórica” del exprocurador Murillo Karam; sino que a los 43 normalistas que desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 fueron asesinados, descuartizados y enterrados esa misma noche.
Los criminales de Guerreros Unidos pensaron en quemarlos, pero eran muchos cadáveres y cambiaron de opinión. Se los repartieron. Cada grupo criminal se deshizo de los restos a su cargo como pudo […] A partir del 29 de septiembre, comenzó el encubrimiento. En los chats donde antes habían coordinado los asesinatos, criminales, funcionarios y militares hablaban de cómo desenterraban cuerpos para llevarlos al 27 Batallón de Infantería. Allí no entraría nadie. A mediados de noviembre, seguían desenterrando y moviendo cuerpos”.
Esta versión de los acontecimientos, evidencia la participación de “funcionarios y militares” en una acción coordinada con criminales para asesinar a los muchachos y, luego, esconder sus cadáveres, que podrían haber terminado nada menos que dentro del cuartel militar de Iguala.
En está información publicada por la periodista Peniley Ramírez, también se confirma la versión oficial de que seis de los 43 muchachos seguían vivos al amanecer del 27 de septiembre. “Los llevaron a una bodega cercana. Los asesinaron días después, por órdenes del entonces coronel del Ejército José Rodríguez”.
En suma, miembros del “pueblo uniformado” habrían conspirado y coadyuvado en el asesinato y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
De ser cierta esta versión publicada por Ramírez, estaríamos frente a un abuso de poder de militares coludidos con el crimen organizado.
Esto se descubre en el momento en que el Congreso de la Unión discute una reforma constitucional para extender el plazo de los militares en labores de seguridad pública.