La “esperanza de vida al nacer”, son los años que, por término medio, alcanzará un grupo estándar de niños si a lo largo de su existencia se mantuvieran los mismos patrones de mortandad. Es decir, que las mismas características de 2021 persistirían en 2030, 2040, 2050… Y así durante toda la vida del infante.
La agencia de Centros de Control de Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, acaba de publicar un estudio exhaustivo con estadísticas del país, en el que a modo de conclusión señala que en 2021 la esperanza de vida de un niño recién nacido en EEUU era de 76,1 años, lo que representa un descenso de 0,9 años con respecto a 2020 (77) y lo sitúa en su nivel más bajo desde 1996. El pinchazo fue más acusado entre los varones, que por término medio vieron cómo su perspectiva vital retrocedía unos 12 meses hasta quedarse en 73,2 años, lejos de las 79,1 velas que, según el CDC, soplarían las mujeres.
Mientras que los niños que nacieron el año pasado en Pekín o Shenzhen lo hicieron probablemente con una esperanza de vida mayor que la de otros que llegaron al mundo en Nueva York, Washington o Los Ángeles. Eso es al menos lo que insinúan las estadísticas. No deja de ser una predicción, una «imagen matemática» creada a base de cálculos que coronan una tendencia que ya viene de lejos.
Aunque la CDC maneja solo “estimaciones, el Banco Mundial (BM), revela cómo Estados Unidos experimentó un alza más o menos sostenida entre finales de la década de 1960 y 2019. Sostenida y sensible, además. Si en el 68 la perspectiva vital al nacer era de 70 años, en 2019 la media rondaba los 79. Luego, en 2020, el valor sufrió una caída que lo dejó en 77 años, un nivel que lo sitúa a la altura de 2005.
Y en China partiendo de una base mucho peor la curva de crecimiento resulta más espectacular, porque en la década de los 60 la esperanza de vida de un estadounidense recién nacido era de 70 años, para un chino era de 44. Desde entonces las perspectivas del gigante asiático han mejorado de forma notable: dieron un acelerón hasta la década de 1980 y a partir de entonces han mantenido una tendencia más o menos positiva.
En 2020 el BM señala que la esperanza vital al nacer era allí de 77 años. Sí, igual que en Estados Unidos. Los cálculos de Quartz apuntan que China incluso superó ese ejercicio a EEUU en 0,1 años. Y no es el único. Hace unos años los datos de la OMS ya dibujaban un escenario similar: su análisis concluía que China había aventajado por primera vez a la potencia americana al situar la esperanza de «vida saludable» de sus bebés en 68,7 años, algo por encima de los 68,5 de los norteamericanos. Eso sí, en cuanto a perspectiva vital general, EEUU todavía superaba al gigante asiático.