Cuando un mexicano se enferma, por desgracia, a donde menos quiere acudir es “al seguro”. El temor que le tienen los ciudadanos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no es infundado, sino que es resultado de un largo historial de errores que han costado en muchos de los casos vidas humanas.
Aquí, cabe aclarar que estos errores pueden ser por dos cosas: una mala práctica del doctor a cargo o, en muchos de los casos, la falta de infraestructura de calidad, equipo médico y medicamentos son un combo que produce graves daños.
En estos días en Puebla hay, por lo menos, dos casos de denuncias contra las malas prácticas del IMSS.
La primera, se dio tras la muerte de un recién nacido por una presunta negligencia médica por parte de personal de salud del Hospital Rural IMSS- Bienestar de La Ceiba, ubicado en la Junta Auxiliar de Villa Ávila Camacho, en Xicotepec.
Los habitantes, ante tan triste hecho, exigieron la destitución de la directora Gabriela Martínez Juárez. Estos, incluso, cuentan con el respaldo de parte del personal médico de la zona.
La segunda, ocurrió al otro extremo del estado, en Tehuacán, donde familiares y amigos del paciente Geovani Hurtado Jiménez, mantuvieron cerrada la avenida Garci Crespo, a la altura de la clínica 15 del IMSS, exigiendo la intervención inmediata del director del nosocomio para atendieran al joven, ya que su estado de salud es grave a consecuencia de una mala operación de la vesícula.
La madre del paciente, Adelaida Jiménez Cortés, refirió que su hijo fue operado el pasado 8 de septiembre, pero que “ por negligencia médica estaba mal operado y por eso lo devolvieron a Tehuacán, pero aquí en la clínica 15 del IMSS ya no lo quieren atender; mi hijo necesita un especialista, una atención inmediata, ya no come desde la mañana, ya su piel cambio de color, ya orina oscuro, se puede morir; yo quiero que lo atiendan, que el director dé la cara y de órdenes de que atiendan a mi hijo”.
No obstante con la angustia de ver a un ser querido debatirse entre la vida y la muerte, los familiares del joven pasaron por insultos y amenazas de parte del personal de la clínica, pues por estar respaldados por el Movimiento Antorchista, al vivir en una colonia fundada por la organización, los corrieron e insultaron.
Vas al Seguro y no te curan; vuelves a ir y ya no te atienden y, encima, te amenazan con la Guardia Nacional. ¡Qué bonito! ¿Y así se cuestionan por qué no confían en la institución?
Como siempre, lo loable, es la unión de los vecinos ante las injusticias que sus semejantes viven.
