La crisis energética actual comenzó a partir de la ‘agenda verde’, afirmó este viernes el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una rueda de prensa al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que tiene lugar en Samarcanda (Uzbekistán).
Las acusaciones dirigidas a Rusia por la crisis de energía que vive Europa son un «intento de hacer recaer la culpa de una cabeza doliente a otra sana», dijo Putin. Si los países europeos experimentan una situación de estrechez con los suministros de gas, que levanten las sanciones del gasoducto Nord Stream 2, sugirió.
El presidente ruso recordó también que Polonia impuso sanciones a otro gasoducto, Yamal-Europa, y que ahora desde los países europeos se quejan de que Gazprom no les entrega gas. «¡Abran esta ruta!», insistió.
Rechazó asimismo las críticas por el cese de suministros a través de Nord Stream 1; Putin explicó qué sucedió con la última turbina retirada de servicio, lo que derivó en la suspensión de los suministros a través del Nord Stream 1.
La turbina debía someterse a un mantenimiento corriente, lo abrieron en presencia de los especialistas de la compañía Siemens y vieron que había una filtración de aceite, lo que conlleva un riesgo de posible explosión, argumentó el mandatario. «Ellos lo vieron y firmaron el acta de que había que arreglarla y no se podía usar. ¡Arréglenla!», resumió Putin.
Para entonces, la turbina había llegado a Alemania desde Canadá y Putin salió al paso de las acusaciones acerca de que la parte rusa no la recibía. «Gazprom no la trae de vuelta y con razón no lo hace», dijo el mandatario, argumentando que Gazprom tiene firmado el contrato de mantenimiento de las turbinas con una empresa subsidiaria británica de Siemens y no con la empresa matriz. Esta subsidiaria «debería entregar un documento en que estuviera escrito todo»: que la turbina no está sujeta a las sanciones, que Gazprom está libre de administrarla y que está arreglada.
Sin embargo, dicha filial británica no ofreció nada más allá que «unas declaraciones generales y palabrería». Además, había que enmendar el contrato logístico, puesto que la entrega de la turbina debía tener lugar en San Petersburgo y no en Alemania. «¿Fuimos nosotros quienes inventamos estos obstáculos?», se preguntó el presidente de Rusia.
Hay asimismo dos líneas de gasoductos paralizadas que atraviesan el territorio de Ucrania, agregó Putin. Los países europeos «abastecen a Ucrania con armas y ella les cerró una de las tres rutas», apuntó. Para arreglar esta situación, «llamen a Kiev», recomendó.