Este jueves, el Palacio de Buckingham confirmó la muerte de la reina Isabel II a los 96 años de edad, luego de un reinado de 7 décadas, el más largo en la historia de Gran Bretaña.
Tras el fallecimiento de la monarca, se dio a conocer que el príncipe Carlos de Gales sería el primero en la línea de sucesión al trono por ser el hijo mayor de la reina.
Cabe señalar que Carlos es el monarca británico heredero al trono que más tiempo ha esperado, pues es el aparente heredero desde los 3 años. También es el primero en obtener un título universitario.
Se espera que se anuncien detalles sobre las honras fúnebres para Isabel II.
Elizabeth Alexandra Mary, «Lilibet» para sus amigos, nació el 21 de abril de 1926. Y solo una década más tarde Isabel supo que estaba realmente destinada a dirigir un imperio.
Y se trató de un ardid de la historia, obra del escándalo: su tío Eduardo abdicó para poder casarse con Wallis Simpson, una mujer estadounidense divorciada, el amor de su vida, pero un impedimento para el trono.
El padre de Isabel se convirtió en rey. Y ella resultó la heredera por accidente. Y desarrolló un profundo sentido del deber.
Durante más de medio siglo, condujo su imperio y luego lo vio decaer, en un descenso controlado, en lo que se conoció como la mancomunidad británica de naciones, una asociación de países ahora independientes. 16 países la mantuvieron como la jefa simbólica del Estado.