De acuerdo con un estudio dirigido por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, el tipo de sangre de una persona puede influir directamente en su riesgo de sufrir un derrame cerebral —también conocido como accidente cerebrovascular (ACV)—, antes de los 60 años.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista Neurology, se encontró un vínculo entre el derrame cerebral de inicio temprano, que ocurre antes de los 60 años, y el área del cromosoma que incluye el gen que determina si un tipo de sangre es A, AB, B y O.
Los investigadores, dirigidos por el Dr. Steven J. Kittner, realizaron un metaanálisis de 48 estudios sobre genética y accidente cerebrovascular isquémico que incluyó a 17 mil pacientes con derrame cerebral y casi 600 mil personas de los grupos de control sanos que nunca habían experimentado un infarto cerebral.
Analizaron todos los cromosomas recolectados para identificar variantes genéticas asociadas con un accidente cerebrovascular y encontraron un vínculo entre el derrame prematuro, y el área del cromosoma que incluye el gen que determina si un tipo de sangre es A, AB, B u O.
Si eres del tipo A, tienes más riesgo de un ACV.
Según los resultados obtenidos, aquellos con grupo sanguíneo tipo A tienen 16% más probabilidades de sufrir un derrame cerebral antes de los 60 años, en comparación con las personas que pertenecen a otros tipos de sangre, indicaron recientemente los investigadores.
Por el contrario, para aquellas personas que tenían un gen que produce la variedad de sangre del grupo O, el riesgo fue un 12% menor en comparación.
¿Cuáles son los tipos de sangre más comunes en México?
De acuerdo con los números de Statista, en el caso de México, el tipo de sangre mayoritario es el O con 59 por ciento. Le sigue el grupo A con 27% y en tercer lugar está el tipo B con 10%.
Mientras que en último lugar esté el tipo AB con apenas el 4% del total de la población.
Es decir, tan sólo el 27% de la población mexicana son más propensos a desarrollar un derrame cerebral por su tipo de sangre, aunque una limitación del estudio fue la baja diversidad de nacionalidades entre los participantes, encontrándose que alrededor del 65% de las personas eran de ascendencia europea.
Además, el estudio fue limitado porque los investigadores excluyeron a las personas con sangre tipo AB, debido a su pequeño número en comparación con los otros tipos de sangre. A la investigación también le falta aportar explicaciones en cuanto a las causas que producen los ACV en estas personas y sus efectos, encontrándose especialmente el aumento en la presión arterial.