Dos años después de que Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República Mexicana, se lanzara en contra de los “monopolios” de distribución farmacéutica en el país y delegara al laboratorio de “Biológicos y Reactivos de México” (Birmex) como el nuevo distribuidor de la farmacéutica nacional; el país enfrenta la peor crisis de desabasto de medicinas en los últimos años.
El 20 de marzo del 2019, López Obrador envió un memorándum a Raquel Buenrostro —oficial mayor de Hacienda—, en el que señalaba como «inmoral y violatorio del artículo 28 de la Constitución» que «tres proveedores de medicinas y materiales de curación» concentren 62.4% de las ventas al IMSS y el ISSSTE. Por lo que suspendió las compras consolidadas de medicamentos del IMSS y dio esta responsabilidad —en un principio— a la Oficialía Mayor de Hacienda, organismo que no tenía la experiencia necesaria y fracasó.
El mandatario cuestionó en julio de 2019 «¿Cómo es posible que no podamos nosotros llevar las medicinas si llega la Coca-Cola y llega la Sabritas?”. Por lo que en septiembre del mismo año anunció que había contratado «a una gente que trabajó en una de estas empresas —Coca-Cola o Sabritas— porque tienen “todo un esquema de distribución de sus mercancías””.
Sin embargo, el resultado fue el mismo. Tanto con el INSABI, como Birmex y las Fuerzas Armadas.
El presidente no tomó en cuenta la complejidad que conlleva la distribución de fármacos. Por lo que desmanteló el sistema de distribución de medicamentos suspendiendo las compras consolidadas de medicamentos del IMSS; orden que fue dirigida contra tres distribuidoras: Grufesa, Dimesa y Maypo.
“Si bien tenían un elevado porcentaje de las compras del sector público, nadie le explicó al mandatario que la concentración en México era menor que en otros países. Dada su complejidad, la distribución de medicamentos la realizan en todo el mundo unas cuantas empresas especializadas”, dijo al respecto el periodista y analista político, Sergio Sarmiento.
Luego de una serie de investigaciones y fiscalizaciones, la información recaudada reveló que las empresas vetadas tenían décadas de experiencia, almacenes acondicionados y sistemas informáticos avanzados. Cada distribuidora recibía miles de productos distintos de cientos de proveedores y los llevaba a miles de puntos en el país con diferentes protocolos de conservación. Las distribuidoras eran una garantía contra los monopolios farmacéuticos.
Actualmente, ni Birmex ni las fuerzas armadas tienen la capacidad de llevar los fármacos a todo el país en un tiempo razonable.
Mancha de origen en la distribución nacional de fármacos
En julio de 2020, López Obrador anunció la firma de un convenio con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la adquisición, en mejores condiciones, de medicinas, vacunas y equipos médicos. Al mismo tiempo, informó que se conformaría una empresa pública que se responsabilizaría de la distribución de estos productos a partir del 15 de agosto de dicho año. “Esto significa quebrar el monopolio que existía de empresas que tenían el control en México, vendían a precios elevados los medicamentos, de mala calidad y con problemas frecuentes de desabasto”, declaró.
Sin embargo, sería David León Romero, el responsable de dirigir la nueva distribuidora de medicamentos. Apenas unos días después del anuncio de la creación de la empresa estatal y la presentación de León Romero como el titular a cargo, este fue grabado entregando dinero en efectivo al que llamaron “aportaciones para el movimiento” a Pío López Obrador, hermano del presidente, tras este hecho, Romero revocó la propuesta de dirigir el órgano de distribución farmacéutica, pero no sin antes sembrar un antecedente de corrupción en la distribución nacional de medicamentos.
La entrega del dinero que muestran los videos, ocurrió en 2015, cuando se desempeñaba como consultor del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco. Mientras Pío López Obrador era operador de Morena en el sur del país.
Birmex busca colocar medicinas por caducar en el sector
Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) intentó colocar 138 mil 557 frascos de tres claves de medicamentos —utilizados en la lucha contra el cáncer—, que caducarán en septiembre, a dependencias del sector salud.
De acuerdo con la información revelada, el intento se concentró en farmacias de instituciones públicas. Un total de 133 mil 050 frascos de Cisplatino en presentaciones de 10 miligramos —cuyo manejo se prescribe en tratamientos contra cáncer ovárico y testicular, entre otros—; fue el que se quiso colocar.
También cinco mil 320 frascos de soluciones inyectables de Metotrexato, en una presentación de 50 miligramos. Fármaco suministrado a pacientes con diversos tipos de cáncer. Su fin es retardar el desarrollo o destruir las células cancerígenas.
Además de 187 envases de Epirubicina, con frascos de 25 miligramos y caracterizado como uno de los fármacos principales en las terapias contra el cáncer de mama y leucemia.
En ese contexto, medios de comunicación buscaron conocer la postura al respecto de Birmex, sin embargo, hasta el momento no hay respuesta alguna.
También fue solicitada la opinión de instituciones públicas sobre los medicamentos oncológicos que vencerán el próximo 31 de agosto. Lamentablemente, aquellas que respondieron “no tenían identificada dicha situación”.
Figuran medicamentos como el Metotrexato y la Epirubicina —fármacos de cadena fría—. Mismos que para su conservación es necesario que se mantengan a una temperatura por debajo de los cinco grados durante su almacenamiento y transporte —desde su salida del laboratorio—, para lo cual se lleva una bitácora que garantice el cumplimiento de esta condición y una supervisión constante.
Al respecto Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), dijo que el contexto actual se relaciona con la falta de operadores logísticos y capacidad para llevar a cabo la operación asertivamente, por parte de las autoridades encargadas.
“La industria ha abastecido todo aquello que se le ha pedido, pero hay falta de planeación, de coordinación entre los diferentes institutos. Es una serie de problemas que han complicado el abasto de medicamentos, a pesar de que tenemos en México la industria farmacéutica más importante en América Latina, capaz de abastecer el mercado nacional. No se ha volteado a ver a la industria y estamos arrastrando estos problemas de planeación y coordinación”, advirtió.
Aseguró que no se puede permitir que exista el riesgo de que los medicamentos, que podrían ayudar a salvar una vida, se pierdan por no liberarlos con anticipación.
El documento de Birmex contiene también dos lotes que se intentan distribuir, con tres millones 524 mil 800 ampolletas de Norepinefrina, un medicamento sedante que caduca el próximo 30 de septiembre y que está catalogado como donación.
También se incluyen 53 mil 900 ampolletas de Dexmedetomidina, otra solución sedante, cuya fecha de caducidad es el 31 de diciembre, igualmente marcado como producto destinado a donación.
