Después de la aprehensión del ex procurador Jesús Murillo Karam, habrá más versiones sobre la muerte de 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal Raúl Isidro Burgos en septiembre de 2014, que contrastarán con la nueva “verdad histórica” que difunde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
¿Con la detención de Murillo Karam se dará carpetazo a un caso tan doloso como el de Ayotzinapa, donde los militares y altos mandos policiales también tienen que ser señalados? Cuestionó la periodista y consultora Ruby Soriano.
“El tema de Ayotzinapa regresa al reflector en la víspera de un aniversario más, donde los padres y familiares de los estudiantes han tenido que soportar los espectáculos políticos y shows gubernamentales de funcionarios que sólo han lucrado con el dolor de quienes por años estuvieron en la búsqueda del paradero de sus hijos y de conocer la verdad de lo ocurrido aquella sangrienta noche en Iguala”.
En su participación semanal en Contigo Puebla, Ruby Soriano señaló que el presidente López Obrador debe aclarar la participación del general Salvador Cienfuegos, entonces secretario de la Defensa Nacional, hoy arropado por el mandatario federal que nunca lo investigó por nexos con el crimen organizado.
“¿Antepondrán la cercanía de Omar García Harfuch con Claudia Sheinbaum para frenar la impartición de justicia en caso de comprobarse su participación (en la elaboración de la llamada verdad histórica)? ¿Hasta cuándo el gobierno de López Obrador seguirá arropando al general Cienfuegos?”
Sin embargo, la línea de investigación que el gobierno federal debe seguir y descifrar es ¿qué fue lo que llevó al secuestro, desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa? Acaso ¿fue para proteger un cargamento de droga que circulaba por Iguala aquella noche?