Al menos 350 elementos del Ejército y la Guardia Nacional llegaron este fin de semana a Tijuana para atender tareas de seguridad, después de la ola de violencia que alcanzó a la frontera con Estados Unidos.
El viernes por la tarde fueron quemados 28 vehículos de transporte público en la ciudad. La violencia continuó el sábado con la quema de vehículos particulares y detenciones en carreteras que conectan a Tijuana con el resto del país.
Los ataques en Baja California se repitieron de manera simultánea en Mexicali, Rosarito, Ensenada y Tecate.
En tanto, el presidente López Obrador minimizó los hechos violentos vividos en Baja California, al calificarlos de sensacionalismo y propaganda de sus adversarios.
Incluso, presentó gráficas para señalar que este fin de semana fue uno de los menos violentos que ha vivido el país durante su sexenio, con apenas 196 homicidios.