Después de 11 años al frente de la comunidad de Jicolapa, en el municipio de Zacatlán, el sacerdote Pedro Varillas dejará la parroquia en la que emitió expresiones discriminatorias contra las poblaciones LGBTIQ.
Así lo dio a conocer la Arquidiócesis de Puebla en un comunicado, en el que anuncia que el padre Varillas “tendrá una nueva encomienda donde y cuando el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, lo determine en los próximos días”.
El párroco de Jicolapa logró notoriedad pública por sus dichos contra las demandas de igualdad que enarbolan las poblaciones de la diversidad sexual: “¿Cuál es el objetivo? Pues que se casen dos jotines que nunca van a engendrar familia?”, afirmó durante su homilía en la Sierra Norte de Puebla.
Pedro Varillas comparó con Sodoma a la “ideología de género, cultura trans y todas esas cosas del demonio”, que, a su parecer, “se están promoviendo contra la vida, contra la familia, contra la fe”.
Respecto a las declaraciones del párroco, la Arquidiócesis de Puebla manifestó que la Iglesia Católica “rechaza toda injusta discriminación que pueda desembocar en daño físico, psicológico, moral, de salud o laboral. Es misión de la Iglesia acoger sin juzgar y llevar a todos a Dios, sin condenar”.
Por su parte, Pedro Varillas reconoció que “la predicación se debe ejercer con absoluto respeto a todos y se disculpa por haber utilizado adjetivos inapropiados respecto a las personas homosexuales, durante su reflexión dominical”.
No obstante, la Arquidiócesis recordó que la Iglesia ejerce “su misión profética, recordando que todos estamos llamados a llevar una vida moral, e incluso santa. Se ama a la persona pero se rechaza todo lo que sea contrario al plan de Dios”, dice el comunicado de prensa.
