Aquiles Montaño Brito
Este fin de semana, los días 30 y 31 de julio, la Comisión Cultural Nacional del Movimiento Antorchista realizará el VI Festival de Teatro “Víctor Puebla”, en honor al gran director de teatro y genial dramaturgo popular Víctor Manuel Torres, alias “El Divo de Puebla”, que el pasado 21 de julio cumplió 15 años de haber fallecido.
El festival tendrá un banquete teatral de primer nivel y de lujo, que envidiarían todas las galas dramáticas de México, por una sola razón: además de una compañía de teatro profesional, que es la nacional de Antorcha, ahí participarán una compañía de viejos titanes del teatro nacional y una compañía de teatro de obreros, colonos y universitarios de la Ciudad de México; es decir, esto es regresar el acto teatral al pueblo sencillo y humilde. Tiene otra razón de envidia: los foros se abarrotan y se llenan de gente queriendo entrar al teatro, como cuando los jóvenes acuden a los conciertos de moda. Así que, si usted anda desocupado el 30 y 31 de julio, vaya a los foros y pase un rato agradable. Le aseguro que no se va a arrepentir.
Todo esto lo digo porque serán cuatro puestas en escena en tres foros de la capital: el emblemático y conocido Alero de la 2 Poniente, el histórico y bello patio central de la Casa de la Cultura en la 5 Poniente (justo arriba se encuentra la Biblioteca Palafoxiana que es bellísima y que antes o después podría usted visitar) y el teatro del Complejo Cultural Universitario de la BUAP. La Compañía del Estado de México presentará “El Quijote”, de Salvador Novo; la Compañía Nacional de Teatro de Antorcha presentará “El avaro”, de Moliére; la Compañía de la Ciudad de México viene con “Chava ese chavo o lo que salvó Salvador”, de Víctor Puebla, y parte de la original compañía de teatro de “El Divo” en Antorcha presentará “La fonda de las siete cabrillas”, de Emilio Carballido. Además, los Grupos Culturales Nacionales de Antorcha presentarán la noche del sábado en El Alero el programa artístico llamado “De Argentina para El Divo”.
Antorcha le rinde homenaje a nuestro querido Víctor Puebla. Eso que ni qué. Lo vale y lo merece. Pero, además de eso, ¿por qué Antorcha se preocupa por hacer festivales teatrales y artísticos siempre, como una tarea que nos es fundamental? La revista buzos, en su número 1023 publicó un texto que decía: “Los mexicanos ya no van al teatro, a museos ni a presentaciones de danza. Lo de hoy son las redes, las películas y las series. Así lo demuestran los resultados de la Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020 que realizó la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (Cultura UNAM). La Encuesta, que se hizo para ayudar en la “la toma de decisiones de instituciones, agentes culturales, creadoras y creadores, a partir del impacto que la pandemia del Covid-19 ha tenido”, muestra cómo el virus terminó de sepultar la difusión de la cultura en México. Los datos arrojados en este ejercicio dicen que el estar en redes sociales fue lo que más hace el mexicano (33.4%); seguido de ver películas o series (24.1%). […] Pero no solo se ve menos arte; también se practica menos. Antes de la pandemia, la actividad cultural más común era leer, hasta el fondo de la tabla se encontraba hacer teatro (4.9%), practicar ballet, danza moderna (5.4%), practicar bailes de salón o folclóricos (11.3%), y hacer artes visuales como pintura, grabado, dibujo, escultura (12.1%). Con la irrupción de la pandemia, las actividades recurrentes fueron Escuchar música o mirar videos musicales y socializar en línea”.
La Comisión Cultural de Antorcha también da la pelea en las redes sociales. Van algunos datos sobre la actividad virtual, en Facebook, de las puestas en escena de la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”. Las troyanas, de Eurípides, tuvo 16 mil 400 reproducciones, 703 comentarios y mil 300 personas compartieron la obra. Divertimento poblano, de Víctor Puebla, tuvo 7 mil 300 reproducciones y 499 comentarios de los espectadores. La tremenda corte tuvo 23 mil reproducciones, 844 comentarios y mil 100 reacciones. Diles que no me maten, extraída del cuento de Juan Rulfo, tuvo 25 mil reproducciones, mil comentarios y mil 700 reacciones de las personas. Coriolano, de Bertolt Brecht, tuvo 29 mil reproducciones y mil 600 comentarios. Sacco y Vanzetti, de Mauricio Kartun, tuvo 36 mil reproducciones y 2 mil 300 comentarios. Espartaco, de Vania Mejía, presentada en la Espartaqueada Virtual de Antorcha 2021, tuvo 64 mil reproducciones y 2 mil 700 comentarios. Molière vive, de Vania Mejía, tuvo 16 mil reproducciones, mil 735 reacciones, 2 mil 167 compartidas y mil 296 comentarios. O La inevitable ascensión de Arturo Ui, de Bretch, que tuvo más de 14 mil reproducciones. No son todas las puestas en escena presentadas virtualmente por la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”, pero nos da una idea de cuánta gente ve el teatro cuando se le acerca y difunde.
Pero eso es lo que hace Antorcha. Sin embargo, en un México gobernado por Morena y López Obrador no se impulsa el arte ni por error. Porque no quieren un pueblo libre. Los dictadores que le sirven a las clases adineradas cierran escuelas básicas o las olvidan por completo, atacan con furia a las universidades públicas y privadas, no crean bibliotecas públicas, producen “libros” gratuitos que son una basura propagandística del tirano o “queman los libros”, dijo Ray Bradbury. Para el sistema de partidos políticos, sea cual sea su color o ideología, la educación artística y política de la gente humilde es una afrenta y un síntoma de rebelión. Pero en Antorcha somos rebeldes, porque, como dijo el vate Roque Dalton, “estamos con el pueblo”. Cantando, bailando, declamando, actuando, leyendo… ¡haciendo arte! Nos libera y concientiza con que un mundo nuevo es posible y necesario.
Termino transcribiendo parte de un artículo de El Divo de Puebla, publicado por la revista buzos, el 20 de noviembre de 2002, en torno al V Encuentro Nacional de Teatro de Antorcha: “Desde Carballido hasta Shakespeare, con Molière a un lado. Desde la sórdida realidad de los hambrientos y los ignorantes, hasta la crítica feliz de los comediantes clásicos, son un banquete de ilusión que, durante tres días, algunos miles de pobres disfrutan y devoran con gratitud por el beneficio implícito que un evento de tal magnitud representa para quienes lo presencian. Si lo intangible tuviera vergüenza, el Cervantino sería un festival que debiera ocultar su rostro ante la humillación evidente y apabullante que un sencillo encuentro teatral, organizado con la inteligencia y el corazón de los héroes anónimos que lo realizan, logran dando como resultado la transformación social del discriminado”. En el VI Festival de Teatro “Víctor Puebla” serán dos días de encuentro teatral, organizado por los hijos de “El Divo” para disfrute de todos ustedes. Ojalá que puedan ir.