Fundada hace 14 años al sur del municipio de Puebla, la colonia Cuitláhuac es otro ejemplo de la discriminación que ejercen los gobiernos de distintos niveles y colores contra los vecinos organizados que exigen la implementación de servicios públicos, básicos e indispensables.
Hace nueve años, los habitantes de la colonia Cuitláhuac consiguieron la apertura de un pozo para satisfacer la demanda de agua potable para ésta y otras demarcaciones populares ubicadas en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla.
La alegría de entonces se convirtió en decepción porque nunca continuaron los trabajos para completar la red de distribución de agua y drenaje, la cual se quedó a la mitad. Hoy, el pozo está tapado.
Para las 300 familias que habitan la colonia Cuitláhuac es indispensable la contratación de pipas que surten el líquido, lo que implica un gasto de 700 pesos mensuales, prácticamente el doble de la tarifa mensual que pagan los estratos sociales con más ingresos y que reciben el servicio de la empresa Agua de Puebla.
“Te invito como medio de comunicación a que te transportes cinco kilómetros, no más, de aquí a las primeras casas de Lomas de Angelópolis donde hay agua, hay drenaje, luz, seguridad, pavimento. Tienen cascadas de adorno, cuando nosotros tenemos un nacimiento de agua y lo tenemos atorado y no tenemos para tomar”.
Así se expresó Katya Ramírez durante la transmisión en vivo de Contigo Puebla. Madre de dos maestros normalistas, la vecina de la colonia Cuitláhuac aclaró que no piden nada regalado, como les han expresado varios funcionarios gubernamentales.
“Los invitó a que vengan a las 6 de la tarde y vean cómo se pone la avenida de vecinos que viene de rajarse el lomo, de romperse la madre trabajando, que vienen de albañiles, de carpinteros, de sirvientas, de vendedoras, en la obra; somos gente que trabajamos, que no estamos pidiendo regalado nada”, afirmó.
Aquí la transmisión completa desde la colonia Cuitláhuac.