Aprehendido el viernes pasado en la Sierra de Sinaloa, en el municipio de Choix, Rafael Caro Quintero apareció solo, escoltado por dos marinos, sin un grupo armado para defenderlo, pese a los señalamientos en su contra como presunto líder del Cártel del Pacífico.
Encarcelado en 1985 por el presunto asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) Enrique Camerena y liberado en 2013 por errores en el juicio ante el fuero federal, Caro Quintero pasó los últimos años escondido, “a puro andar huyendo por algo que ya pagué”.
En entrevista con la periodista Anabel Hérnandez en 2018, Caro Quintero, de casi 70 años de edad, afirmó que sobrevive “donde me dan de comer y batallándole mucho porque no traigo dinero”, aunque la DEA lo ubica como líder del cártel junto con Ismael “El Mayo” Zambada.
“Quien lo diga miente y que lo compruebe; y el gobierno de México sabe que lo que digo es la verdad. Yo no he vuelto a las drogas”, respondió en aquella ocasión.
Antes, en 2016, el presunto narcotraficante ofreció otra entrevista a la revista Proceso en la que resaltó: «Ya no soy narco… quiero vivir en paz», además de pedir perdón al gobierno de Estados Unidos y a la familia de Enrique Camarena.