En la ciudad de Puebla tiene más garantías un delincuente que un comerciante ambulante, afirmó Francisco Machorro, representante de los vendedores afiliados al Movimiento Antorchista.
Después de una semana de represión policiaca para impedir su retorno al Centro Histórico de la ciudad, el antorchista lamentó la respuesta violenta del Ayuntamiento que niega diálogo y acuerdos.
Narró que el pasado viernes “golpearon a un comerciante y le descompusieron el brazo”. El sábado por la tarde, otro zafarrancho cuando inspectores y policías arrebataron mercancía a señoras, ancianos y jóvenes.
“Si un comerciante se defiende es un delincuente. Nos defendemos porque nos roban nuestras cosas”, cuando las autoridades decomisan la mercancía.
El comerciante antorchista afirmó que algunos de sus compañeros suman 30 años de trabajar en las calles del centro de la ciudad, donde además viven: “Es una costumbre trabajar limpiamente”.
Aseguró que los ambulantes están dispuestos a reducir número de puestos, entre otras alternativas pero los funcionarios del Ayuntamiento se niegan a discutirlas, ya que solamente “gobiernan para los ricos” reunidos en cámaras empresariales.
Francisco Machorro también descartó que la solución sea la búsqueda de otras áreas de trabajo:
“Hay otras organizaciones vendiendo en las periferias, nosotros respetamos sus zonas pero el gobierno lo que está haciendo es meternos donde hay otros compañeros, claro que habrá confrontaciones”, vaticinó.
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