Una masiva caravana con miles de migrantes de distintos países salió este lunes de Tapachula, en el estado de Chiapas rumbo a la frontera norte de México que colinda con EE.UU., país que es sede esta semana de la IX Cumbre de las Américas, evento que tiene entre sus temas prioritarios la migración.
Entre los 15.000 caminantes habría familias enteras, mujeres embarazadas, madres con niños, niñas y adolescentes, así como hombres solos o con sus hijos. Resalta, según medios, el número de suramericanos, caribeños y africanos.
Luis García Villagrán, activista del Centro de Dignificación Humana y uno de los defensores de la multitudinaria iniciativa, dijo en una intervención pública que la salida se produjo este lunes debido a que el Instituto Nacional de Migración (INM) de México habría ejecutado operativos policiales en hoteles y casas para detener a migrantes, pese a que son personas solicitantes de refugio, por eso la caravana llevaba pancartas con lemas como, “somos migrantes no criminales”.
El activista criticó al Gobierno porque, según dijo, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) mantiene «un tapón» en la frontera sur, donde estarían intentando atascar a los miles de personas que tratan de llegar a EE.UU. También advirtió que, si no hay respuesta inmediata de las autoridades, la cantidad de migrantes varados en Tapachula podría llegar a 200.000. en pocos meses.
Por esa razón, García pidió al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en nombre de los miles de migrantes, que atienda a estas personas y les conceda una «visa humanitaria inmediata, válida por un año», porque ya no pueden esperar hasta morir de hambre o víctimas del odio desatado por la xenofobia en Tapachula.