Este miércoles la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) concluyó que la masacre del 9 de mayo en Coyomeapan, en la que 3 campesinos perdieron la vida a manos de policias, se trató en realidad de ejecuciones extrajudiciales.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México, afirmó que este tipo de acciones no corresponde a una policía civil que actúa bajo estándares internacionales que establecen el uso estrictamente excepcional de la fuerza letal.
La ONU, porque pocos organismos lo han hecho en el país, exhortó a la Fiscalía General del Estado a “continuar los esfuerzos en torno a la investigación pronta, exhaustiva, independiente independiente e imparcial para que se esclarezcan los hechos y se sanciones a los autores materiales e intelectuales de los mismos”.
En resumen, pues, la ONU reconoce que la policía cometió un crimen. Eso ya se sabe y ya se está procesando a los autores materiales. El problema es que la los elementos de policía no actuan por voluntad propia, alguien dio la orden. Eso es lo que se debe investigar.