Erika Nieto
La tragedia escolar que sacudió a la ciudad de Uvalde, Texas en la que murieron 19 menores de edad y dos profesores pone el dedo en el renglón sobre las verdaderas prioridades en el discurso político rumbo a las elecciones intermedias que vivirá Estados Unidos en noviembre próximo.
Sobre la mesa está la discusión permanente sobre la crisis migratoria y las fronteras llenas de migrantes pidiendo refugio, sin embargo, la agenda no contempla el debate por las masacres provocadas por armas de fuego utilizadas por norteamericanos bajo la bandera del racismo y la discriminación.
El gobernador de Texas, Greg Abbott elevó el tono del discurso político para enfrentar abiertamente a la Casa Blanca sobre la pasividad en las acciones para disminuir la llegada de migrantes, sin embargo, tomó como una abierta competencia la cantidad de armas por habitante que existe en Texas y comparó las cifras con las que existen en California motivando a sus habitantes a adquirir más con el fin de mantenerse en los primeros lugares del país.
La ciudad de Uvalde está localizada muy cerca de la frontera de Texas con México y aunque la Escuela Primaria Robb es una institución pequeña, poco menos de 600 estudiantes, el 75 por ciento de su alumnado tiene orígenes latinos, principalmente de México. Entre el profesorado también prevalecen los apellidos hispanos y ni qué decir del asesino Salvador Ramos de apenas 18 años que fue nacido americano con raíces mexicanas.
Lo cierto es que muchos son los temas en los que Estados Unidos se mantiene rezagado y necesita poner sus leyes de acuerdo a las necesidades actuales de sus grupos sociales, económicos y políticos, aunque también son muchos y muy arraigados los intereses que mantienen tanto el tema de la migración como el de las armas en un debate sesgado y sin una salida próxima.
Fue precisamente Texas a través de su gobernador que pidió al gobierno federal anteponer las necesidades de los menores norteamericanos en el caso de la escasez de fórmula láctea sobre los requerimientos de este alimento en los Centros de Detención donde también hay menores y recién nacidos. Sin embargo, en el tema de control de armas, Texas no tiene la disposición de ser más exigente en los requisitos para su compra y uso argumentando que los trastornos mentales son la verdadera causa de estas tragedias.
Lo anterior, a pesar de que en las masacres provocadas por tiradores solitarios las víctimas son en su mayoría menores de edad que llevaban una vida escolar normal. Desde la masacre en Columbine, Colorado en 1999 hasta la fecha se han dado 14 eventos de este tipo en escuelas, según datos de USA Today.
La cercanía de las elecciones intermedias donde también se juega la gubernatura de estados como Texas polarizará todavía más el ambiente, alimentando el racismo y la discriminación con el único objetivo de ganar votos, de ganar posiciones políticas desde la cuales, después, se protegerán intereses tan poderosos como el de los fabricantes y comerciantes de armas.
Comentarios vía twitter: @erinife