La cifra es cruda y alarmante. Y seguirá creciendo, eso es lo peor. Al menos 92 mujeres fueron asesinadas y víctimas de homicidios violentos en Puebla, durante el primer cuatrimestre del 2022.
A casi 100 mujeres les fue arrebatada la vida inhumana e injustificadamente, según reportó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Otras 901 mujeres fueron lesionadas en Puebla en estos mismos cuatro meses; es decir, estuvieron cerca de sufrir el mismo destino.
De estas 92 muertes, sólo siete se investigan como feminicidio. Hemos hablado ya en este espacio en otras ocasiones de cómo discrepan las dependencias estatales y organismos y organizaciones civiles en cuanto a estadísticas de feminicidios.
Tan solo este miércoles se reportaron dos casos de presuntos feminicidios en Puebla; uno en Zapotitlán de Salinas y el otro en la junta auxiliar La Resurrección en Puebla capital.
Varias preguntas surgen. Entre las más urgentes de responder están: ¿Hasta cuándo las mujeres podrán estar seguras? Y, ¿cuándo veremos una estrategia real y efectiva de parte del gobierno para frenar esta ola de inseguridad y violencia?