Este 15 de mayo, día del maestro, el gobernador del estado, el morenista Miguel Barbosa Huerta, reconoció la deuda histórica que el Estado tiene con los maestros y con la educación en general.
“Falta siempre más inversión (…) [se necesitan] mejores prestaciones”, dijo, al tiempo que señalaba que su gobierno sólo había podido dar al rubro educativo 33 mil millones de pesos.
A la Secretaría de Bienestar y sus programas sociales asistencialistas Barbosa destina, cada año, 58 mil millones de pesos. 25 mil millones más que a Educación.
Pero la pobreza sigue aumentando en Puebla. Es decir, esos 58 mil millones de pesos no han podido hacer su trabajo. ¡Ahora imagínense los 33 que se le da a educación!
El rezago educativo se ha ampliado enormemente; la pandemia, sin duda, dejó una brecha que muy difícilmente se cerrará. Y la deuda con la educación es histórica.
Los salarios de los maestros muchas veces son de hambre, las escuelas en varias partes del estado no tienen ni baños, los estudiantes más humildes deben decidir entre estudiar o aportar para la economía familiar.
En el día del maestro, los gobiernos debieran transformar los regalos simbólicos y las felicitaciones por mejorasreales en su situación laboral y en su entorno de trabajo.