Erika Nieto
Dará mucho de qué hablar la polémica gira a Centroamérica y el Caribe que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador justamente después de cumplir con su visita a los eventos conmemorativos del 160 aniversario de la Batalla de Puebla. El jueves pasado el mandatario salió desde la capital poblana rumbo a Guatemala donde esa misma tarde recibió una condecoración por parte del mandatario de ese país, Alejandro Giammattei por su “invaluable apoyo durante la pandemia”.
Y es que desde el 2020 y durante el 2021, mientras los mexicanos y toda la humanidad enfrentaba los mayores picos de la pandemia, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó en diversas ocasiones los apoyos “solidarios” que el gobierno mexicano otorgaba a través de la donación de vacunas, de respiradores y de material sanitario a beneficio de hospitales de Guatemala, El Salvador, Honduras y Cuba, países que forman parte de esta gira presidencial.
Además, desde el gobierno de Donald Trump el presidente López Obrador gestiona constantemente recursos económicos para esos mismos países con el fin de que disminuya el desempleo y la pobreza que enfrentan los ciudadanos centroamericanos. De hecho, se ejecutan actualmente, programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en cumplimiento con el compromiso establecido entre los gobiernos de México y Estados Unidos para disminuir el volumen de las grandes caravanas, aunque a la vista está que los resultados no son los que se esperaban, pues el paso por México de cientos de migrantes no se detiene, aunque en Honduras se dice que con estos programas se motiva a su juventud para emprender negocios.
En México se celebra el aumento de las remesas que envían sus migrantes anualmente, aunque eso signifique que el número de mexicanos trabajando en el exterior aumente día con día, lo cierto es que, desde el 2018 se inició con la desaparición de programas y retiro de partidas presupuestales dirigidos a la comunidad migrante mexicana. Mientras se abren programas, se destinan recursos, se buscan inversiones y se hacen apoyos solidarios para que no migren los ciudadanos centroamericanos, el éxodo de mexicanos rumbo a Estados Unidos llega a cifras que no se veían desde los años 80.
Acepta México recibir a deportados cubanos y nicaragüenses
Como resultado de las negociaciones a las que asistió el canciller mexicano Marcelo Ebrard con el gobierno de Joe Biden representado por el Secretario de Estado, Antony Blinken, México aceptará a decenas de deportados por el Título 42 originarios de Cuba y de Nicaragua. Extrañamente esto no se anunció de forma oficial, sino que un corresponsal de The Washington Post sostuvo una conversación con funcionarios norteamericanos y mexicanos que le confirmaron dichos acuerdos.
De esta manera, nuestro país no solo es el muro sur de contención migratoria de Estados Unidos, sino que enfrentará con los recursos de los mexicanos la deportación de cubanos y nicaragüenses que están llegando en niveles récord, pues algunas cifras hablan de hasta 35 mil cubanos llegando a la frontera. ¿Y México, para cuándo?
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