Recientemente el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, en una reunión aseveró que su gobierno garantiza la paridad de género en el quehacer gubernamental; dice, pues, que ha procurado que existan políticas públicas para impulsar la participación de las mujeres en los ámbitos público y privado.
¡Bravo! Si tan solo la paridad de género resolviera los problemas que tanto aquejan a las mujeres poblanas.
Según Barbosa, su gobierno es ejemplo porque la secretaría de Gobernación la ocupa una mujer.
Lamentablemente, Puebla ocupa el décimo lugar nacional en feminicidos, según datos del Secretariado Ejecutivo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Además, el estado ostenta el octavo lugar en lesiones intencionales contra féminas.
El que una secretaría importante la ocupe una mujer poco ayuda a revertir estas cifras. Aclaramos, qué bueno que las mujeres tienen más participación en la vida política, por muchos años les fue negado, pero el problema es más de fondo: la desigualdad, que es la misma que ocasiona, los feminicidios, la violencia, la inseguridad, y demás problemas, esa es la que no atacan.