Rosa María Dávila Partida
El conflicto Rusia-Ucrania entra ya en su séptima semana y toda la información que llega deja claro que las pláticas de paz no prosperan, por tanto los sufrimientos impuestos a la población lejos de cesar se incrementan. Indudablemente ocurre algo extraño, sucede algo que necesitamos desentrañar. Pues los líderes de los principales países siempre se han presentado ante la opinión pública mundial como defensores de la paz, precisamente por ello han llamado enfáticamente a condenar la guerra desatada por Rusia contra Ucrania. Entonces, ¿por qué no prosperan las pláticas de paz? ¿Por qué la comunidad internacional y los organismos representativos como la ONU, que son garantes precisamente del arreglo pacífico de las diferencias, no logran sentar a los representantes de los dos países a negociar sus diferencias y cesar las hostilidades?
La pregunta es importante porque en todo el mundo ya se sufren las repercusiones del conflicto, también en nuestro país. Son varios los ejemplos, empezando por el precio de la gasolina (que ya subió en la frontera de México, una vez que el gobierno quitó el subsidio que lo mantenía bajo), en todo el mundo se incrementó porque Rusia es un importante exportador de petróleo que redujo sus ventas porque EE.UU. prohibió que se le compre, entonces al provocarse la escasez el precio del petróleo y sus derivados subió. También está el incremento de los precios de los cereales, como tanto Rusia como Ucrania son importantes exportadores de granos, y la producción y el comercio se ha entorpecido, los precios se han ido a las nubes afectando gravemente a millones y millones en todo el mundo. Concertar la paz es indispensable para lograr que se restablezca la producción y el comercio.
Si la mayoría de los habitantes del mundo necesitan que se termine la guerra para no sufrir sus consecuencias devastadoras. ¿Por qué Rusia y Ucrania no llegan a un acuerdo civilizado? Todas las normas del derecho internacional, que sintetizan la amarga experiencia de la humanidad después de dos guerras mundiales catastróficas. ¿No son suficientes para determinar qué parte de razón se le debe dar a Ucrania, y qué parte a Rusia?
China, que tiene una gran autoridad moral en el concierto de las naciones, porque nunca ha agredido a ningún país, en la voz de su presidente Xi Jinping propuso al mundo cuatro puntos para encauzar la salida pacífica al conflicto, que son los siguientes:
El primero es promover las conversaciones de paz. El mandatario chino indicó que la comunidad internacional debe seguir creando las condiciones y el entorno favorable para las negociaciones entre Rusia y Ucrania, en lugar de echar leña al fuego y aumentar las tensiones.
En segundo lugar, prevenir una crisis humanitaria de mayor escala. China ha proporcionado múltiples lotes de ayuda humanitaria de emergencia a Ucrania, y ha enviado suministros a los países europeos que reciben grandes números de refugiados.
Tercero, impulsar una paz duradera en Europa y el continente euroasiático, y atender las preocupaciones de seguridad legítimas de todas las partes involucradas.
El cuarto punto de la propuesta de Xi Jinping es evitar que el conflicto regional se magnifique. El mandatario chino señala que China y la UE deben trabajar conjuntamente para mantener estable la economía mundial.
¿Cuál es la razón profunda para que no le hagan caso a esta propuesta de China? La propuesta está muy equilibrada, desde mi modesta opinión, pero si hay otras mejores pues adelante con las otras.
Lo que está sucediendo, y todo el mundo debe conocerlo y actuar en consecuencia, es que EE. UU., Alemania, Francia, Inglaterra, toda la OTAN, en lugar de buscar la paz le están echando más gasolina al fuego, están enviando armas y más armas todos los días para las tropas nacionalistas ucranianas, que están controladas por líderes neonazis perfectamente identificados y que se han propuesto el asesinato en masa de toda la población de ascendencia rusa que habita en Ucrania. Han engañado al mundo presentándose como defensores de la paz, pero en realidad son los primeros promotores de la guerra.
Con esta conducta EE. UU y la OTAN están demostrando que no tienen el menor interés en prevenir la crisis humanitaria que padecen los ucranianos que huyen de la guerra hacia occidente y están refugiados en los países vecinos. Se mencionan más de cuatro millones que han salido con lo que traen puesto y tienen semanas sufriendo privaciones sin cuento. Tampoco les preocupa impulsar una paz duradera en Europa, sino todo lo contrario. Los pueblos del mundo deben conocer esta amarga verdad y no dejarse manipular por la propaganda engañosa que difunde Estados Unidos y todas las agencias noticiosas controladas por ellos.
Todo ciudadano preocupado y responsable debe buscar y conocer las dos versiones sobre este problema, creer a pie juntillas lo que dice solo una parte, lo que difunde el imperialismo norteamericano, nos llevará a la triste situación de comparsas que apoyan al poderoso que abusa de su poder y lleva al mundo sin remedio hacia la tercera guerra mundial.