A manera de protesta por la reforma al Código Penal de El Salvador que establece hasta 15 años de prisión a quienes informen sobre las pandillas. Este jueves, el medio salvadoreño El Faro cerró su portada digital.
En sus redes sociales, El Faro acusó que las medidas aprobadas esta semana por la Asamblea Legislativa “son una mordaza a la libertad de prensa, la libertad de expresión y al derecho al ciudadano de estar informando”.
Este medio es conocido por informar sobre la violencia de El Salvador y Centroamérica, por lo que, ante la medida impuesta cuestionó: “¿Qué deben saber los salvadoreños sobre las pandillas? Nada, según el régimen de Nayib Bukele”.
El Faro recordó que por años han explicado el origen de las pandillas en El Salvador, su desarrollo en el norte de Centroamérica y la forma en que han pactado en secreto con políticos.
“En una democracia no es el poder quien decide lo que se publica y lo que no. Pero esta nueva ley, a instancias expresas del presidente de la República, llega cuando ya se ha desmantelado la vida democrática y el régimen intenta ocultar por toda vía sus propias negociaciones con grupos criminales y su corrupción”, acusaron
El pasado 5 de abril, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la iniciativa, promovida por el presidente Nayib Bukele, que sanciona con hasta 15 años de prisión: “La elaboración y la reproducción ilegal de mensajes, señales, denominaciones o propaganda alusiva a pandillas”.
“Veremos, de nuevo, quiénes están a favor del pueblo y quiénes están con las pandillas”, expresó Bukele en su Twitter respecto a su iniciativa.
El periodista mexicano Daniel Lizárraga, editor de El Faro y quien fue expulsado de El Salvador, aseguró que la ley es tan ambigua que cualquier periodista puede ir a prisión.
“El gobierno quiere una sola versión sobre la violencia en El Salvador: la suya”, criticó en sus redes sociales.
Por su parte, la Asociación de Periodistas de El Salvador alertó que con la nueva reforma no hay garantías constitucionales para hacer periodismo en el país.
Desde finales de marzo, Nayib Bukele lanzó una “guerra” contra las pandillas debido a que El Salvador se encuentra bajo régimen de excepción tras una oleada de asesinatos.
Entre otras medidas, la Asamblea Legislativa también aprobó el endurecimiento de penas para pandilleros y juzgar a adolescentes como adultos.