Por Leticia Montagner
A los adultos de hoy deberían de llamarles la Generación Xennials, es decir una generación cruzada por haber estado en dos siglos.
Muchos lo dicen de este modo: Nacimos en los 60s. Crecimos en los 70s. Nos educamos en los 80s. Nos aventuramos en los 90s. Nos estabilizamos un poco en los 2000s. Resultamos un poco más sabios en los 2010s. Llegamos a la década de los 2020s.
Lo anterior circula en las redes sociales y esa generación tiene toda la razón.
Esos adultos han vivido siete décadas, dos siglos, dos milenios, todos diferentes.
Han pasado por la historia, desde el teléfono hasta YouTube, desde el gramófono hasta las descargas digitales.
Asimismo, han visto pasar las cartas escritas hasta llegar al correo electrónico y el WhatsApp.
Libraron la Gripe Española, pero estuvieron a tiempo para el Covid-19, pero la mayoría sobrevivirá.
Empezaron con pantalones anchos, luego los de campana, pasaron a través de los pantalones de tubo, llegaron a los rectos y los Jeans. Ahora han vuelto al pantalón de tubo pegado.
Todas esas generaciones caminaron, anduvieron en bicicleta, se subieron a la moto, manejaron diversos vehículos, viajaron en tren, por el mar, en tren subterráneo, muchos viajaron de moscas, hicieron surfing, viajaron en avión por todo el mundo y ahora… esperan el SpaceX de Elon Musk para ir a Marte.
Ha sido una gran vida. Han pasado por mucho y lo que sigue…
Típicamente, pueden calificarse como Xennial, es decir una Generación Cruzada.
Los años de nacimiento estuvieron en los 60s… Tuvieron una niñez analógica, una adultez digital y ahora un He Visto Todo como adultos.
Literalmente, esta generación ha vivido y presenciado mucho y más en cada dimensión de la vida.
Es una generación que ha dado un nuevo paradigma a la palabra Cambio.
Esa generación debe agradecerle a Dios por esa hermosa, significativa e increíble vida.
Es una generación bendecida, porque superaron la edad de los 20, pasaron por los 30, 40, 50, están llegando a los 60 y más tomados de la mano con sus grandes amores, unidos en la diversión, salud, el juego, la tristeza y el dolor, incluso en soledad.
Esta generación fue, es y será maravillosa, ninguna como esa.
Y lo que falta…
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