Tras la información dada a conocer por diversos medios de comunicación donde se afirmaba que políticos emanados del PRI estaban relacionados con actos de corrupción, el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en Puebla se deslindó de las acusaciones vertidas.
Las acusaciones fueron dadas a conocer por el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta en su rutinaria rueda de prensa, en las que refirió una supuesta red de corrupción entre el ex titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Francisco Romero Serrano y líderes políticos del partido tricolor.
“un ex diputado local que era dirigente del PRI en Puebla realizó convenios ilegales con Romero Serrano para generar mecanismos que permitieran encubrir las acciones de presidentes municipales, este señor de la dirección estatal del PRI, establecía mecanismos de vinculación para generar condiciones de encubrimiento y complicidad. Todo eso tiene que investigarse y corroborar porque ya me está sonando lógico el esquema de vínculos del ex auditor con políticos”, aseguró Barbosa Huerta.
El mandatario no señaló el periodo en que ocurrieron las supuestas irregularidades, pero aseguró que estas prácticas podrían estar relacionadas por los delitos que se le imputan al ex titular de la ASE, como operaciones con recursos de procedencia ilícita y la compra de bienes inmuebles.
Ante estás acusaciones, el partido tricolor, mediante un comunicado de prensa, informó que no tiene conocimiento de dichas acusaciones de corrupción. “En el PRI asumimos de manera firme el compromiso con la transparencia y rendición de cuentas”.
Agregaron que se debe privilegiar el Estado de Derecho, de existir elementos para “investigar a algún personaje”.
“Las supuestas acciones que algunos actores políticos de forma personal hubieran podido llevar a cabo, de comprobarse, no representan en ningún momento al PRI, por lo cual nos deslindamos de cualquier comportamiento que ponga en entredicho la honorabilidad de nuestro instituto político».