El presidente Joe Biden anunció que su gobierno dará asilo a 100 mil ciudadanos originarios de Ucrania utilizando todas las alternativas posibles para apoyar a quienes soliciten este beneficio, es decir, aplicando el Programa de Admisión de Refugiados, permisos humanitarios, visados de inmigrante, entre otros, la intención es arropar al mayor número de familias desplazadas por la invasión de Rusia a ese país.
La Organización de las Naciones Unidas registra, hasta ahora, 10 millones de ciudadanos desplazados a partir de la invasión rusa a territorio de Ucrania, por lo pronto son cobijados por países europeos como Polonia, pero, ante el riesgo inminente de que la invasión de Rusia se extienda a otros países, Estados Unidos representa para ellos una opción viable para alejarse lo más posible del peligro de la guerra.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cientos de ciudadanos rusos y de Ucrania llegan a la frontera entre México y Estados Unidos desde finales del 2021 buscando el beneficio del asilo. Y aunque del lado norteamericano las autoridades se preparan para enfrentar esta ola migratoria a causa de la guerra, del lado mexicano los albergues instalados a lo largo de la franja fronteriza no se dan abasto con la llegada constante de migrantes de diversas partes del mundo.
Y no hay pronunciamiento alguno todavía por parte de las autoridades mexicanas sobre el futuro de cientos de migrantes, principalmente de Rusia y Ucrania que establecen campamentos temporales desde Tijuana hasta Laredo.
La deportación de haitianos continúa pese a la crisis que enfrentan en su país
Desafortunadamente los ciudadanos de Ucrania o de Rusia no son los únicos que requieren el apoyo de Estados Unidos, pues después de continúos desastres naturales y del magnicidio que sufrió Haití, miles de sus pobladores continúan saliendo de ese país y buscan, de formas cada día más riesgosas, en la Unión Americana un asilo que no encontrarán.
La organización internacional Human Rigths Watch aseguró que son casi 26 mil los haitianos que han sido deportados hasta ahora por parte de autoridades migratorias de Estados Unidos, México y otros territorios de la región; regresados involuntariamente a un país donde la pobreza, la destrucción por los sismos, la violencia política y el hambre prevalecen.
Por lo anterior, la organización defensora de migrantes “Al Otro Lado” aseguró que la llegada de rusos y ucranianos a la frontera norte de México está abriendo todavía más la brecha de desigualdad en el trato de las autoridades a las diferentes nacionalidades de migrantes y que el racismo es hoy mucho más evidente.
Y es que, igual que en Europa, en América Latina son muchos los países que no tienen la capacidad o la disposición de arropar a miles de refugiados que diariamente son desplazados alrededor del mundo; mientras tanto, en su búsqueda, quienes migran desde el Caribe, Centroamérica, África y ahora desde Europa, sufren rechazo, evasivas, abusos y muerte.
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