Hoy en día las mujeres se enfrentan a situaciones de violencia, abusos y un trato de desigualdad enorme, por ello desde hace unos años mujeres de todos los estados salen a las calles el día 8 de marzo “día internacional de la mujer” a pedir mejores condiciones de vida.
Como lo hemos informado en varias ocasiones solo por el hecho de ser mujeres, se niegan oportunidades para aprender, obtener ingresos, hacer oír su voz y liderar.
En temas de educación tan solo en el estado de Puebla, más de la mitad de las personas analfabetas son mujeres y conforme avanzan los grados de escolaridad disminuye su presencia en los centros de educación superior o posgrado, según datos del censo de población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En nivel preescolar las autoridades registraron la presencia de 175 mil 567 menores de edad del género femenino; en la primaria, 1 millón 54 mil 108 mil y en la secundaria 704 mil 968 según el INEGI.
En el caso de la violencia contra las mujeres, en el municipio de Puebla, el 67 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de agresión a lo largo de su vida.
En desigualdad de género de acuerdo a un informe por parte Oxfam, la mayor parte de las personas que viven en situación de pobreza son mujeres en comparación con los hombres, tienen un menor acceso a recursos, poder e influencia, y pueden experimentar una mayor desigualdad debido a su clase, etnia o edad, así como debido a creencias religiosas y fundamentalistas.
Los feminicidios, la violencia, los abusos sexuales se suman a la lista de injusticias que viven hoy en día miles de mujeres y lo peor y lo más preocupante es que “se ha desplazado y minimizado” por parte de instituciones gubernamentales.
Un ejemplo de esto es el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo el día de ayer durante su conferencia de prensa que el movimiento feminista busca atacar su proyecto de «transformación» sin dar solución a millones de mujeres con hijas perdidas o sin una vida digna.
El titular del Ejecutivo federal dijo que eso no es feminismo y se trata de una postura conservadora y reaccionaria contra su gobierno.
“¿De qué se trata? Ya eso no es defender a las mujeres, ni siquiera es feminismo, esa es una postura conservadora reaccionaria en contra nuestra, en contra de la política de transformación, es una postura que es totalmente política y saben de quién, de quiénes enarbolan la igualdad de género, la igualdad ante la ley, la igualdad ante Dios, pero se les olvida porque no les conviene, la igualdad económica”.