La Policía neozelandesa comenzó el desalojo de los grupos antivacunas que desde hace 23 días, protestan en las afueras del Parlamento de Wellington, en un operativo en el que se registraron enfrentamientos y que se ha saldado con al menos 36 arrestos y tres policías heridos.
Desde el amanecer, cientos de agentes fueron desplegados en el centro de Wellington y se encontraron con la resistencia de muchos de los manifestantes que usaron extintores de fuego, proyectiles de pintura, rastrillos y otros utensilios caseros contra los oficiales, dijo la Policía.
Los manifestantes también usaron un puntero láser contra un helicóptero de las autoridades que sobrevolaba la zona.
En el operativo, donde la policía usó gas pimienta para reprimir a los manifestantes, resultaron heridos levemente tres agentes, dos con abrasiones y uno con un disparo de pintura.
En una rueda de prensa en Wellington, el comisionado de la Policía de Nueva Zelanda, Andrew Coster informó que, como consecuencia del operativo se produjeron 36 arrestos, así como se removieron e incautaron 15 vehículos y varias tiendas de campañas.
Coster explicó que el operativo de desalojo se realizó porque ahora «la multitud está menos centrada en los asuntos de la protesta y más en la confrontación», así como la necesidad de «restaurar el orden» en el centro de la capital neozelandesa.
Los grupos antivacunas, que se inspiran en el movimiento canadiense «caravana por la libertad» y contrarios a la vacunación obligatoria, ocuparon desde febrero las inmediaciones del Parlamento principalmente en protesta por las medidas impuestas contra la pandemia.
Nueva Zelanda, cuyo gobierno implementó una de las estrategias contra el COVID-19 más estrictas del mundo con confinamientos al detectarse pocos casos y un estricto cierre de fronteras que continúa parcialmente, acumula unas 100.500 infecciones y 56 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Mientras, la campaña de vacunación ha logrado completarse al 95 % de la población diana.
El Gobierno de la laborista Jacinda Ardern, que fue aplaudido mundialmente al inicio de la pandemia por su gestión de la covid-19, comenzó este lunes la reapertura de fronteras internacionales pero restringidas solo a neozelandeses y residentes; y espera completar la reapertura por fases en octubre para todo el mundo con visado.