La pandemia inició en 2020. En marzo de ese año se nos dijo que eran 15 días, luego, 6 semanas, luego, 3 meses… y así se fue prolongando. Y hasta la fecha.
De ese entonces a nuestros días han muerto 16 mil 831 poblanos por complicaciones de la enfermedad.
En total, 240 mil 397 personas se han realizado una prueba de laboratorio en la entidad, con un acumulado de 151 mil 529 casos positivos. Es decir, no es un problema chiquito.
Bueno, sin temor a equivocarnos miles de esos 16 mil 831 poblanos que han muerto seguro eran padres o madres, que dejaron a hijos con una profunda pérdida.
Pues dos años después de la pandemia, estos hijos serán tomados en cuenta: apenas se le ocurrió al gobierno de Puebla iniciar un estudio para detectar, localizar y asistir a niños huérfanos que perdieron a sus padres tras fallecer a consecuencia del covid-19.
La Secretaría de Gobernación (Segob) estatal, Ana Lucía Hill Mayoral, reconocío que no hay registros o estadísticas que permitan conocer si hay niñas, niños o adolescentes en condición de orfandad luego de que su madre y padre fallecieran por coronavirus.
¡Dos años y no tienen registro! ¡Cuánto interés! El gobernador Miguel Barbosa asegura que no habría en el estado casos donde un menor haya quedado completamente huerfano, “porque ya sabría el DIF”. ¿Será? Si hasta el momento no saben nada de sus casos, ¿cómo asegura?